Y el alcalde de Zamora, Guarido, decidió utilizar el coche oficial y desplazarse a Valladolid para recordar al presidente Herrera los asuntos que la Junta tiene pendientes en su ciudad. Unos cuantos, por cierto, algunos de los cuales se han resuelto satisfactoriamente y otros han quedado, de momento, en el capítulo de las buenas palabras, si bien con expectativas muy favorables. Ha sido un viaje fructífero, de entendimiento y reconocimientos, como ha reconocido el regidor zamorano.

Era en realidad la primera visita oficial del alcalde al Ejecutivo regional y si el objetivo principal o uno de los principales era recordar al presidente de la Junta el prometido proyecto de edificación del Centro Cívico de Zamora en los terrenos de la Universidad Laboral en los que iba a ubicarse el fallido centro de congresos y exposiciones de la ciudad, no solo se ha conseguido sino que Guarido ha regresado con algo más, e importante: la construcción, en el mismo lugar, del nuevo Conservatorio de Música, que en su futura etapa contará con la rehabilitación del teatro de la Laboral para que sirva de auditorio, una gran idea y no solo para alumnos y profesores sino para toda la capital que podrá contar de esa manera con un nuevo foco cultural. Han sido compromisos firmados, también por la presidenta de la Diputación Provincial, Martín Pozo, y que contarán con un presupuesto en torno a los 11 millones, que en su mayoritaria proporción asumirá el Gobierno autonómico.

Manos a la obra, aunque no será cosa de hoy para mañana, es claro, pero se calcula que en tres años todos los proyectos pudieran estar en marcha. Algo más será, pero con ello hay que contar. Y no solo eso, porque la Junta también ha reiterado su colaboración y apoyo al museo de Semana Santa, lo mismo que a otros asuntos como la biblioteca municipal y el centro de adultos en el antiguo matadero, una vieja aspiración municipal de Zamora que no acaba de atar flecos pese a que desde Valladolid se ha invertido ya dinero en este proyecto avanzado. Así que Guarido ha vuelto encantado de la visita, pues como ha declarado ha sido un dos por uno, como en las ofertas de los supermercados. Tan contento ha regresado el alcalde que ha calificado de "solución ideal" la ofrecida por la Junta de Castilla y León. Es de esperar que, como le ha recriminado en alguna ocasión el grupo municipal del PP, el éxito de la gestión le anime a dejar más el despacho y salir en busca de lo que ciudad y ciudadanos necesitan.

Lo que hace falta ahora es que una vez finalizadas las vacaciones de verano no se diluyan otra vez los planes pendientes. Hay que confiar en que así será y que las autoridades regionales cambien de verdad el chip y no vuelvan a olvidarse de Zamora, una de las cenicientas sin carroza, sino la única, de la comunidad. Por parte del Ayuntamiento local hay que esperar que se mantenga la atención en torno a estos temas, sin bajar nunca los brazos, aunque cabe suponer que así será, entre otras razones por la cuenta que les tiene a todos, pues no hay que olvidar que en mayo de 2019 tendrán lugar nuevas elecciones municipales y autonómicas, y con el cambio del cambio en juego.