Todo límite indica un confín, todo reparto genera violencia. Un confín es una zona donde nos distanciamos de alguien o de algo, es una marca de desigualdad. A lo largo de la vida, el ser humano generalmente no hace más que aceptar los límites propuestos por el país al que pertenece, límites de todo signo y condición, culturales, territoriales, personales, religiosos, morales, legales. Hemos puesto límites hasta al universo entero? Simplemente para distanciarnos de nosotros mismos. Y si de algo han servido los límites es para hacernos una idea algo más precisa del mundo que nos rodea y a veces de la convivencia pacífica.

Stephen Hawking afirmó en uno de sus libros que: "Tiene que haber algo muy especial acerca de los límites del universo. ¿Y qué es más especial que el hecho de que no haya límites? Y no debe haber límites en el empeño humano. Todos somos diferentes. No importa lo difícil que pueda parecer la vida. Siempre hay algo que puedes hacer y tener éxito. Mientras haya vida, habrá esperanza".

Y por si todo esto fuera poco, según la mecánica cuántica, frente a la idea de límites, ahora se ha puesto de moda el concepto de multiverso o de universos paralelos, que equivalen a la existencia de muchos mundos. Se trata de explicar la realidad formada por un hipotético conjunto de universos posibles, el nuestro sería uno de ellos y están contenidos unos en otros, los cuales, aunque son idénticos se pueden dar en diferentes estados, pero siempre al mismo tiempo. Es decir que todos nosotros podríamos estar vivos en lugares diferentes, con vidas diferentes siendo los mismos, sin tener de momento, conciencia de ello.

No fue Hugh Everett el primero en definirlos, ya lo habían hechos sabios hindúes hace miles de años, no en los Vedas, donde se recogen de forma oral las enseñanzas de su pasado, sino en los Purana, vocablo que etimológicamente significa a la vez antiguo e historia, en los que aparecen de forma escrita, en sánscrito, a modo de saber enciclopédico, multitud de noticias referentes no sólo a la historia de toda la India, a sus tradiciones, genealogías leyendas, filosofía, sino también a la creación del universo, a la disolución universal,a historias devocionales en relación con el dios Krisná -conocido también como el Omnipresente, el Protector y el Restaurador- con Visnú, conel diluvio y con muchos mitos más,lo que nos acerca a una forma de pensar, no tan alejada de la del hombre occidental.

En uno de estos textos se recoge la tradición de las sesiones de Khatá, en las que un viajero narrador de historias y de cuentos, perteneciente ala casta más elevada del país, los brahmanes, pernoctaba durante varios días en un templo en el que relataba partes de un Purana. Y una de esas historias es la del quinto avatar o reencarnación del dios Visnú, contada por Krisna al rey Indistira. Según la tradición Visnú presenta diez avatares, o seres que viven al mismo tiempo, el dragón, el hombre pez que avisó al primer hombre, llamado Manu del diluvio, la tortuga, el jabalí terrenal, el hombre león, Vamaná el enano, el gran guerrero, Buddha y el décimo, aún no manifestado, Maitreia un jinete montado en su caballo blanco, que aparecerá, para restablecer la justicia sobre la tierra.

Se cuenta que el rey demonio de Bali, tras múltiples sacrificios y practicando un férreo ascetismo, había dominado la tierra y conquistado el reino del dios Indra, estaba a punto de conseguir el supremo poder de los dioses. Por eso un día, Visnú se presentó ante él y le pidió audiencia. Había tomado la apariencia de un brahmán, con la forma del enano Vamaná. Este se postró ante él para hacerle una petición, quería que le concediese una porción de terreno, pero sólo la que el pudiera abarcar con tres pasos. Al rey demonio ledio la risa, porque no sabía por qué un hombre tan pequeño quería hacer tal locura, y como le pareció muy divertido, sin pensárselo mucho se lo concedió.

En ese preciso instante el enano se transformó en un ser gigantesco y con el primer paso abarcó el cielo, incluidos los planetas, el sol y la luna. Con el segundo abarcó la tierra e inclinando la cabeza la hundió en la tierra y así dominó al inframundo o Patala.

A esta invocación del dios se la conoce como Trivikrama y entronca con la leyenda védica citada de Visnú quien desde entonces fue considerado como "el de los pasos largos"".

Muchas utopías han nacido en contacto con los límites y las fronteras.

Un visionario del siglo XX, llamado Sri Aurobindo junto con su compañera, Mirra Alfasa, conocida como la Madre, pensaron en la creación de un lugar en la tierra sin límites ni fronteras, y se ha erigido en la India, curiosamente presenta un plano con forma de mandala, representación de un espacio sagrado que simboliza el centro del universo y es un lugar para desarrollar la atención consciente, se llama Auroville, es decir la ciudad de la Aurora. En ella se está intentando ensayar un nuevo modelo de sociedad sostenible donde reine la paz y la armonía, más allá de las creencias, opiniones políticas y nacionalidades.

En teoría, no hay gobiernos, ni bancos, ni gobernantes, todas las personas de buena voluntad que quieren ir son bien recibidas. No significa que no haya que hacer nada y se pueda vivir del cuento, todos deben participar, pero han intentado borrar los límites, para que los seres humanos decidan en conjunto y en libertad, sin falsos predicadores, cómo llevar a buen puerto el devenir de sus vidas. La cosa allí tampoco funciona para todos igual, algunos la han abandonado, pero no deja de ser un ensayo, otra nueva concepción de organizar al mundo.

A lo largo de la historia, no sólo los ensayos de una nueva sociedad, sino también los enfrentamientos producidos por el dominio de la tierra se han sucedido sin parar. Aquí en nuestro país, el de los pasos largos y el del pensamiento impredecible se han juntado a parlamentar, es para lo que valen, y no dudan en saltarse todas las normas, porque les parece muy divertido, mover límites y perdonar deudas astronómicas, de más de mil setecientos millones de euros, generadas por el despilfarro de los gobernantes de dicho territorio limitado. Lo que demuestra que no todos somos iguales. Mientras tanto,los que pagaremos los frutos de toda esta inconsciencia, al no respetar las leyes consensuadas, somos el resto de los habitantes del país. La contradicción se impone. Es una tragedia que nunca va a tener fin. Aquí aparecen dos gurúes de la sinrazón y de un plumazo echan por tierra todo. Levantar un país de los sueños de profetas de pelo rancio y advenedizos, cuesta muchos años, esfuerzos y sacrificios. Sóolo hay que mirar a Venezuela.

No sé si valdrá de algo, pero Auroville que es una ciudad de 25 km cuadrados, bien delimitada, situada al lado de Pondicherri, al sur de la India, centro de la espiritualidad vacacional, ya tiene marcados todos sus límites, el que la traspasa debe pagar con dinero contante y sonante un peaje. De nuevo surge la gran paradoja, a pesar de que el primer punto de la declaración de principios de la ciudad es que no pertenece a nadie en particular, sino a la humanidad en su conjunto.Tanto allí como aquí, en nuestro país y en todas partes, siempre hay enanos Vamaná, que se erigen como un dios cualquiera,quienescon tres pasos lo único que pretenden, simple y llanamente, es apropiarse del mundo que les rodea para alzarse con otra cota más de poder. Los límites los ponen ellos, creyendo que lo demás hemos de seguirlos con la boca cerrada.Afortunadamente desde donde esto escribo, el único límite permitido es el viento que todo lo barre.