Los catalanes están más divididos que nunca. Por un lado los del sentido común y por otro los independentistas recalcitrantes. A la purga de Puigdemont se han empezado a sumar distintas dimisiones. La penúltima fue la de Albert Batlle, director de los Mossosd'Esquadra que ha sido sustituido por un independentista contumaz y convencido. Pero eso no es lo peor de Pere Soler. Lo peor del nuevo director es su sectarismo, su odio manifiesto hacia España y los españoles, su empecinamiento, sus ataques desmedidos hacia todos aquellos que no piensan como ellos, sus purgas, su vesania.

Pere Soler, como Donald Trump, es muy amigo de utilizar las redes para manifestarse. A través de Twitter se despacha a gusto siempre que lo considera oportuno. Es de un activo que asusta, como si a lo largo del día no tuviera nada mejor que hacer que meterse en la red social del pajarito azul y lanzar escritos propios, todos ellos de carácter insultante o retuitear lo de los otros, especialmente si los otros son Mas, Puigdemont y compañía.

Soler es de los que no deja títere con cabeza. O estás con él y el independentismo o estás en contra suya y de Catalonia. Le ha dado hasta en el carné de identidad a Ana Gabriel de la CUP, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, Ciudadanos, el Partido Socialista de Cataluña, Patxi López, Susana Díaz y, claro, solo que por eso tiene toda la confianza del Govern. Por mucho que no sea la persona más indicada para estar al frente de la dirección que le ha encomendado. ¡Pobres Mossos!

Apropósito, uno de los tuits que más ruido ha hecho y peor ha sentado, aunque no ofende quien quiere, si no quien puede, es ese que dice: "Espero que nos vayamos ya, porque me dáis pena todos los españoles". ¡Pobrecico! Con lo bien que ha vivido este culo mal asiento con los españoles. Creo que no me equivoco si digo que a multitud de españoles les da pena, mucha pena, la deriva de Cataluña y todos los catalanes independentistas que están haciendo un daño irreparable a los propios catalanes y a ese país de nunca jamás en que quieren convertir, siempre con dinero español, a la Comunidad que históricamente ha sido la más respetada y una de las más queridas y admiradas por el resto de los españoles. Pero eso fue en otro tiempo.

El Pere este es un mal tipo, no tiene sentido alguno de la política. No entiende nada, no ve más allá de sus catalanas narices, no sabe si mata o espanta, ni el mismo sabe que es un mal catalán. No hay porqué insultar, no hay porqué odiar, no hay porqué arremeter arbitrariamente contra tu país, porque se ponga como se ponga, es un catalán de España y mientras no se demuestre lo contrario Cataluña es España, aunque eso joda sobremanera a todos estos "fillsde mala mare". Los independentistas y su afán sí que dan pena, no solo en España si no en el resto del mundo, especialmente en la Unión Europea. Están gastando sus recursos en embajadas que no sirven para otra cosa que no sea, por ejemplo, colocar como responsable a la hermana de Pep Guardiola con un sueldazo de muerte y nada más. Porque la independencia de Cataluña no tiene recorrido, a pesar de los constantes guiños que hacen al País Vasco y a Venezuela, único país del mundo donde encuentran apoyo.

Con Pere Soler Campins, ex concejal de CiU, hemos topado. El insulto a España y a los españoles se hace oficial. A nosotros nos dan pena, mucha pena.