Hace un par de años, recién celebradas las elecciones municipales, tú decidiste dar la "espantá" del PSOE y alzarte con el "santo y la limosna". Yo reproché, por aquellos días en un artículo en este periódico, tú falta de coherencia, seguramente que lo recuerdas. En aquel momento me sentí alarmado por descubrir en ti dos aspectos de tu personalidad, porque, cinco minutos antes de enterarme de tu renuncia y la justificación que hiciste, yo hubiese defendido. Una la falta de coherencia, otra tu deslealtad.

Lo de la coherencia en ti, verdaderamente, hace aguas por todas partes, sólo te ha durado un par de años muy justitos, para irte otra vez con la "música a otra parte". Si sigues así habrá que inventar un palabro nuevo para definirlo. Si esperas, que como socialista, te de las gracias por tu renuncia al cargo, pierdes el tiempo. Aunque el señor Alcalde, no digo el mío porque no lo es, elogió tu comportamiento en el Consistorio, tú y yo sabemos que las cosas no te han ido como esperabas.

Hasta lo tuyo y lo de tu compañera de aventura política, yo daba por supuesto que habías leído algo del idealismo de los hombres y mujeres que sienten los valores del socialismo, un poco de etología humana y que estaba más arraigado en ti la lealtad al que tiene la máxima representación del partido, aunque nada más sea porque ha sido elegido democráticamente por otros compañeros, que, en aquel momento, lo consideraron el más idóneo, también es necesario un alto grado de disciplina y una miaja de obediencia.

No significa que yo crea que el socialismo debe estar formado por gentes que tengan un comportamiento lanar. ¡Hasta ahí podíamos llegar!, esto es una institución de hombres libres y mentalmente idealistas pero no se acepta la sumisión.

Como estás tan alejado del partido te voy a comentar un hecho muy reciente que tiene relación con lo que vengo diciendo y seguramente que tú desconoces, no tiene ninguna relevancia, pero puede ser de interés general.

En el Congreso que se celebró en el PSOE de Zamora el pasado día ocho, un afiliado pidió ir en la lista que se estaba consensuando de delegados al Congreso del próximo fin de semana. Cuando se leyó, ese afiliado que había demostrado interés en ir de delegado estaba el último en la lista, no de delegados, sino de suplentes. El tipo aprovechó su turno de intervención para decir que "esperaba no tener que ir al Congreso en representación del PSOE de Zamora porque eso significaría que se habían muerto unos cuarenta compañeros y que tampoco tenía vocación de asesino en serie".

Bueno, cuando hablamos de lo tuyo y de lo de Mari Cruz, si llega a tus oídos, debes ser comprensible con tus antiguos compañeros, aunque nada más sea por lo que disfrutaste de las canonjías dentro del partido, lo llamamos el "Antorrenazo o el Tamayazo".

(*) Concejal socialista del Ayuntamiento de Peñausende