Por fin una Ley de Autónomos justa y necesaria gracias al PP

Históricamente formar parte del colectivo de trabajadores autónomos en España se ha llegado a equiparar con ser uno de los integrantes del amplio elenco de los superheroes de Marvel. Son más de tres millones los autónomos que operan en nuestro país, de los que unos doscientos mil lo hacen en Castilla y León y cerca de dieciocho mil en la provincia de Zamora.

Entre 2008 y 2012 se destruyeron más de 600.000 empleos autónomos y más de 200.000 empresas cerraron. Desde ese instante, llegados a La Moncloa en 2011, el Gobierno del Partido Popular supo que era inminente ayudar a los autónomos. El Plan de Pago a Proveedores dio oxígeno a todo el colectivo con el pago de miles de facturas aparcadas en los cajones del anterior gobierno socialista, al margen de que la Reforma Fiscal de este Ejecutivo redujo en un 15 % la fiscalidad a este colectivo.

Ahora la reciente aprobación de la nueva Ley de Autónomos, ejemplo de consenso y negociación política liderada por el Partido Popular, dará un nuevo impulso a un colectivo que ha sido y es pieza clave en la ya más que patente recuperación económica lograda por el Gobierno de Mariano Rajoy. Una recuperación que el Partido Popular continua fortaleciendo con esfuerzo negociador y talante constructivo, dando razones más que convincentes al resto de fuerzas políticas que, en la mayoría de las decisiones de este calado, han tendido la mano al Gobierno popular conscientes de que estas medidas son la continuación de una labor bien hecha e implantada cuando se gozaba de mayoría suficiente en el Congreso de los Diputados.

Una de ellas es la mencionada Ley de Autónomos. Miles de emprendedores y pequeños empresarios están de enhorabuena. Una vez más, lo bueno llega con un gobierno del Partido Popular, ya que en 2013 el estímulo a estos trabajadores se plasmó con la Ley de Emprendedores que en la actualidad queda más que fortalecida con este nuevo texto legal.

Este Gobierno entiende que los trabajadores autónomos y por ende, las pequeñas y medianas empresas, son pieza fundamental en el despegue económico. Un Gobierno que ya ha defendido al trabajador por cuenta ajena con una reforma laboral exitosa -el desempleo desciende a pasos agigantados y nos acercamos a los 20 millones de ocupados- y que ahora también ofrece sustento a los luchadores autónomos.

Las medidas de esta nueva Ley de Autónomos van desde el aumento de seis meses a un año de la tarifa plana de 50 euros para las nuevas altas y sin distinción de edad a las facilidades para maternidad o paternidad, figuras que podrán acogerse a esa tarifa plana de 12 meses hasta dos años después de haber estado al cuidado de niños, acogida, adopción o cuidado de mayores. Esta nueva ley ofrece ser autónomo con derecho a pensión, llegar a la edad de retirada teniendo mínimo un trabajador a su cargo y sentirse con fuerzas para seguir al pie del negocio y poder continuar la actividad y cobrar hasta el 100 % de la pensión. Una reivindicación histórica que cristaliza y que es justa con miles de autónomos que quieren y pueden seguir aportando. Deducciones del 20 % en gasto corriente por trabajar desde casa -hoy las nuevas tecnologías permiten tal acción-, un sistema de altas y bajas más justo con hasta tres anuales sin tener que soportar el mes completo de cuota, menos gravamen por retrasos en pago de cuotas, mejoras en las bases de cotización logrando pasar de dos a cuatro las opciones de cambio en el año, y otra batería de medidas que alumbran una Ley de Autónomos justa, que ha contado con el apoyo de todas las asociaciones de este colectivo y el consenso general de quienes ya no dudan de que el Gobierno de Mariano Rajoy, el que ha devuelto a España la ilusión y el camino de la recuperación, ha sabido responder a la sociedad española gobernando en solitario o, como es el caso, con un talante negociador único que nos beneficia, y de que manera, y en este particular a más de tres millones de héroes autónomos.

(*) Senador del Partido Popular por Zamora