Está tardando mucho el Ayuntamiento en investigar las causas del derrumbe de la Avenida de la Feria. ¿Dónde estaban los cerebros municipales? ¿Dónde estaban los técnicos? Que poco previsores fueron, ellos tan preocupados siempre por las cuestiones de seguridad. Si eso le pasa a un vecino, a un empresario a título privado, no municipal, a estas horas estaba enchironado. Pero como le ha pasado al Ayuntamiento, entre todos lo mataron y él solito se murió. Nadie es responsable, nadie asume nada. Nadie dice nada o si lo hace dice tan poco que no convence.

Muchos empresarios han montado en cólera, con razón. Tanto como se les exige para realizar cualquier obra que se demora en el tiempo por la cantidad de trabas burocráticas que se ponen desde el Excelentísimo, y hay que ver cuán poco celo en un acto de envergadura, que conllevaba riesgos, como es el derrumbe de un edificio. Sólo que aquí el "propietario" era el propio Ayuntamiento y no necesitaba supervisión.

Las varas de medir distintas, dependiendo de quien se trate, no gustan a nadie, no son justas y no son democráticas, ahora que tanto se apela a esta condición ganada a pulso por los españoles. Por todos los españoles, no sólo por unos pocos. El Ayuntamiento tiene el deber y la obligación de ayudar a los emprendedores, de ayudar a los zamoranos que quieren abrir un negocio porque ellos son los generadores de empleo, de riqueza y de vida en esta ciudad que languidece sin que buena parte de nuestros políticos reaccione. Y la CEOE sin pronunciarse.

Se miran tanto al ombligo, buscan afianzarse en sus puestos, están tan pendientes de otra cosa que no es precisamente de lo que estamos pendientes los ciudadanos, que no gobiernan para los zamoranos, lo hacen para sus intereses y muy de vez en cuando para el interés común de la ciudadanía. Los zamoranos están más que hartos, sólo que son pasivos. Si fuera como en otras provincias, ya les habían salido en procesión fuera de las fechas tradicionales. Sólo que aquí, sólo se manifiesta la izquierda. La derecha está aletargada, dormida, incapaz de movilizar a su gente, incapaz de ilusionarla. Y su gente sufre un desinfle importante. No es de extrañar.

El derrumbe pudo ser trágico. No han medido esa consecuencia desde el Gobierno del consistorio. Están más preocupados en recaudar, en demorar la apertura de establecimientos que están costando una pasta gansa a sus propietarios y en colocar dibujitos en los comercios y empresas que se cierran. Poco se abre aquí ya. La gente no soporta lo que es insoportable, las "tiquismicadas" de algunos técnicos y la inoperancia de los gobiernos municipales, pasados y presentes. Aquí nadie se libra. La anterior legislatura fue nefasta también en este sentido, con mucho incompetente en el gobierno municipal y no hay que callarlo. Valdeón prometió muchas cosas y no hizo nada.

No entiendo qué miedos puede tener el gobierno municipal para demorar, su acción favorita esa de la demora, las explicaciones que les exige no sólo la oposición, también los ciudadanos, sobre el derrumbe de la Feria.