Al cumplirse el 40 aniversario de las primeras elecciones legislativas, o sea de la democracia efectiva, abundan en estos días las encuestas y las opiniones sobre la efemérides. Y las hay de todo tipo, pero en general coincidiendo muy mucho con el sentir de la gente de la calle sobre todo en determinados aspectos referentes a la valoración de las instituciones y mecanismos del sistema, felizmente implantado, aunque tan imperfectamente. Esa al menos es la primera conclusión que se extrae de la mayoría de los sondeos aparecidos porque resulta que ni siquiera el 50 por ciento de los españoles está de acuerdo ni satisfecho del todo con los resultados de la democracia en estas cuatro décadas. La mitad de los consultados aceptan lo conseguido y la otra mitad expresa su disconformidad. Como puede ser fácil colegir, los más radicales e insatisfechos son los jóvenes, mientras que por el contrario son los mayores los que, dentro de lo que cabe, se sienten contentos con lo conseguido.

Una diferencia generacional que luego se hace patente de manera mucho mas ostensible y rotunda en cuanto se refiere a la valoración de las altas instituciones del Estado, si bien la media que se puede obtener entre unos y otros resulta la más representativa y generalizada. Y en este sentido no existe la menor sorpresa pues el sentimiento sigue siendo el mismo, que se mantiene desde hace ya muchos años, lo que es un buena muestra de estabilidad y fortaleza. Las Fuerzas de Seguridad - Guardia Civil y los distintos cuerpos policiales- la Monarquía y el Ejército son los estamentos más apreciados con mucha diferencia sobre los demás, y lo son en todos los grupos de edad y entre todos los votantes de los cuatro principales partidos, más los abstencionistas. El sondeo aparecido días atrás pedía que se valorase de 0 a 10 puntos a las principales instituciones del Estado. Y si no se ha registrado ninguna sorpresa en cuanto a los aprobados, y con nota alta, tampoco hay nada nuevo entre los que suspenden, clamorosamente y con todos los merecimientos. En la lista de quienes obtienen el placet, tras las fuerzas del orden, el Rey, y el Ejército se sitúa la prensa, aunque el cinco sea poco menos que raspado. Pero mantener el prestigio en estos tiempos, ya es importante. El resto, ínfimas valoraciones fruto de la degradación causada por la corrupción que enloda el ámbito político, principalmente PP y PSOE, aunque no solo.

Empezando por el final, por el farolillo rojo, por el vagón de cola de este hit parada de la democracia en su 40 cumpleaños, se encuentran, como no podía ser de otra manera, los partidos políticos, que apenas alcanzan 1,2 puntos. Como señala el CIS llevan demasiado tiempo siendo una de las grandes preocupaciones de los españoles, que tienen de los partidos una opinión negativa, por parte de todas las edades y todos los votantes. Le sigue en esta clasificación el inútil Senado, con 1,8 puntos, los sindicatos, con 2, el Congreso, con 2, 2, la patronal con 2,3, la Justicia con 3,3 y la Iglesia con 3, 5 puntos. Pero hay excepciones al respecto, abajo y arriba, como esta misma de la Iglesia, que es aprobada, sin embargo, por los consultados de mayor edad, y la Monarquía, suspendida por los votantes de Podemos.