Cuando hace cien años se anunciaban productos que actualmente no existen o no son vendibles, los vemos ahora como una curiosidad histórica, no solamente en lo que es, o era el artículo en cuestión, sino en el estilo publicitario de la época. Veamos, por ejemplo, el contenido de un anuncio de un almacén de carbones minerales y vegetales: "En este acreditado almacén de carbones, el más antiguo de la capital, encontrará el público los mejores carbones de encina, cisco y leña rajada y por rajar, todo fabricado por la misma casa. Para los carreteros y agricultores gran surtido de maderas de servicio de encina, como son rayas y pinas de todas las plantillas, arados, manceras, mangos y demás maderas útiles para los agricultores. No confundirse, Baños, 19, teléfono 79 (Frente al Cuartel Viejo de la Guardia Civil)". De la lectura de este anuncio, resultan de interés, no solamente los artículos que se podían comprar allí, sino también la localización del almacén, el teléfono de solo dos dígitos y la referencia de que allí hubo un Cuartel de la Guardia Civil.

Otro anuncio que resulta curioso en estos tiempos de la fotografía digital que está a disposición de todos hasta en los teléfonos móviles, es aquel que decía: "El representante técnico de la Casa Kodak hará una serie de demostraciones gratuitas de los diferentes procedimientos que integran la fotografía. Estas demostraciones tendrán lugar mañana 22, a las cinco de la tarde en el Hotel Suizo. Se invita a todos los aficionados de esta localidad, debiendo advertir que el referido técnico no está autorizado para vender a los aficionados".

Otra publicidad de la que se pueden sacar notables conclusiones, si comparamos los medios de transporte necesarios hace cien años con las posibilidades de ahora, podemos verlo en el anuncio de Baños y Aguas del Calabor: "Son sulfurosas, cloruro-sódicas y arsenicales. Inmejorables para curar las enfermedades de la piel, ya sean herpes, prurito o eccemas. Son reconstituyentes, facilitan la digestión, curan la dispepsia y entonan el organismo. Temporada oficial 15 de junio a 30 septiembre. Se puede hacer el viaje en ferrocarril hasta Benavente. Desde este punto a Puebla de Sanabria en el automóvil del Correo y en coche o caballería hasta el Balneario, al cual llega la carretera. Los precios de la fonda son módicos".

Aunque hoy vemos que existen piensos compuestos, con las debidas garantías sanitarias para la alimentación de los animales, parece una singularidad el título siguiente: la proteofosfatona pienso complementario para alimentación de toda clase de ganado, a base de fosfatos asimilables, grasas y materias albuminoideas. Acelera el crecimiento y desarrollo de los animales jóvenes. Desarrolla el esqueleto del animal y le da. en proporción a su talla, una perfecta regularidad de líneas. Activa las funciones digestivas el engorde. Evita siempre los abortos producidos por insuficiencia de alimentación. Disminuye los casos de infecundidad. Corta las diarreas aniquilantes en los animales jóvenes, especialmente en los terneros y gorrinillos, y atenúa la importancia de cualquier enfermedad. Preserva a los cerdos contra todas las infecciones en general, y sobre todo contra el contagio de la pulmonía, peste o cólera, mal rojo o erisipela y diarreas infecciosas, que suelen causar anualmente numerosas bajas en el ganado de cerda. En las gallinas aumenta y provoca la postura, dando un fuerte brillo a las yemas, signo de aumento en ellas de materias nutritivas. Aplicado diaria y regularmente a las gallinas, a los quince días aumentan de peso unos 250 gramos, que supone lo que ha de gastarse en proteofosfatona durante un año, además de que con su empleo se evitan muchas enfermedades. Está por un gran número de casos que al declararse el cólera y otras epidemias en un gallinero, a los pocos días de tomar la proteofosfatona desaparece la epidemia. Para más detalles, dirigirse a .... Aquí aparece una dirección de Madrid, que aunque es de hace un siglo, no me parece oportuno reproducir.

Recapitulando, estos anuncios de otros tiempos nos llevan a la idea de que "Las ciencias adelantan que es una barbaridad", como decía Don Hilarión en la zarzuela "La Verbena de la Paloma".