Algunas de las "lindezas" que se permitió el vizconde de San Miguel, don Luis Nieto de Silva cuando fue corregidor en Zamora allá por los años de 1650 a 1654, según consta en el informe enviado a S.M. el Rey Felipe IV:

l.- Luego que entró a ejercer el puesto hizo que le llevasen a su casa a Josepha de Mella, doncella huérfana, y habiéndola tenido en ella muchos días, con publicidad y escándalo, la obligó a que se casase con un oficial de sastre, sin darla satisfacción del daño recibido, por cuya razón el marido y ella pasan extrema necesidad.

2.- A una mujer casada, cuyo nombre se calla por serlo, la llevó a su casa quitándosela al marido, y a él lo desterró de la ciudad, y llegando a pedir le diese a su mujer, le maltrató de obra y palabra. Por esta mujer tuvo disgusto con don Pedro de Rojas, que asistió a Zamora con el marqués de Tábara, de que resultó que don Pedro le desafiase por un papel en el que se causó gravísimo escándalo.

3.- Con sus criados y alguaciles envió diferentes recados a mujeres honradas, casadas y solteras, amenazándolas, y en particular solicitó por medio de Pedro Gómez de Camargo, su alguacil, una doncella de poco más de doce años, hija de una pobre panadera, que vivía junto a la iglesia de San Ildefonso, y pretendió quitársela a su madre con violencia, lo cual entendido por el Obispo, la hizo recoger en el Convento de Santa Marta. Y a otra mujer casada, cuyo marido está ausente, entrándole una noche en su casa, la insultó. Y a Isabel María de Argullo, soltera, en cuya casa se entró otra noche con el dicho alguacil y sin escribano, la maltrató diciéndole palabras muy feas.

4.- Entró de fuera de la ciudad una mujer que tuvo en su casa más de cuatro meses con publicidad y escándalo, y después la envió a Salamanca a que acabase de perderse.

5.- Con una religiosa de uno de los más graves conventos de la ciudad tuvo devoción escandalosa, continuando por largo tiempo, y habiéndolo entendido la Prelada y ancianas, le cerraron las puertas temiendo algún mal suceso; pero, sin embargo, no se apartó del galanteo, y en la plaza y calles que están cerca del convento corrió sortija e hizo otros festejos por ella; a que se copnmovió todo el pueblo, con que fue mayor el escándalo.

6.- Dio orden a don Juan de Quirós, su confidente, , para que de esta corte le enviase una dama: Envióle a doña María Antonia, mujer común de las que hay perdidas en Madrid, y ésta entró en Zamora el primer viernes de la Cuaresma de este año, habiéndola salido el Vizconde a recibir al lugar de la Moraleja, legua y media de la ciudad. Fue la acción muy escandalosa por las circunstancias del tiempo y poco recato del Vizconde, que dio lugar a que la mujer saliese por las calles en su coche a vista del pueblo, cuyos clamores llegaron a oídos del Obispo, el cual le visitó en su casa, amonestó en secreto y ofreció darle una litera para volverla a la corte. Respondió al Obispo con desatención, y haciéndole risa de su amonestación, salió a la plaza y divulgó lo que le había pasado con él, dando mayor escándalo aún. y, sin embargo, tuvo a la mujer en su casa , hasta cerca de la Semana Santa, que habiendo llegado el Marqués de Távara, de Ciudad Rodrigo, se la hizo apartar. Llevóla al caserío de Palomares, legua y media de Zamora, donde él y sus criados iban a visitarla , y de los lugares convecinos de la jurisdicción hizo que viniesen con carros cubiertos a costa de los concejos, para llevarla a Misa a ella y a sus criadas. Por la Semana Santa la pasó a la villa de San Cebrián de Castro, y ofreció al Concejo le haría buen pasaje en el encabezamiento de alcabalas porque la atendiesen en lo que se la ofreciese, y el Jueves Santo, habiendo de comulgar en la Catedral para llevar llave del Santo Monumento, como lo han hecho sus antecesores, fue por la llave y no comulgó, suponiendo que se había desayunado, en que dio escándalo, y el tercer día de Pascua volvió a traer a la mujer a su casa con la misma publicidad de antes.

De estas acciones del Vizconde tiene noticia la Junta de Guerra de España, que ordenó al Secretario Francisco de Galarreta le escribiese preguntándole la causa de haber hecho salir al capitán con su compañía de milicia, teniendo S.M. resuelto que no se inquietasen las fronteras, y luego que recibió la carta salió a la plaza con ella y hablando de la Junta con poco respeto dijo a voces de cortar la cabeza al capitán, y le mandó buscar con su ayudante, que habiéndole buscado en su casa y en otras partes no le halló, de que el capitán tuvo noticia, y temiendo la violencia del Vizconde, se vino a la Corte y habrá tres semanas que habiendo vuelto a Zamora, fue el Vizconde a la once de la noche a casa de su madre, viuda honrada de más de sesenta años, y con grande estruendo hizo abrir las puertas alborotando a la vecindad, y buscó al capitán, mirando las partes más recónditas de la casa, hasta debajo de las camas, diciendo le había de poner en un presidio y otras palabras muy feas.

El informe contiene hasta un total de veintiocho apartados, en los que se exponen las tropelías de aquel Vizconde que, por fin, fue relevado de un cargo público que nunca debió ocupar haciendo uso y abuso de su prepotencia.

Recapitulación de cargos contra el Vizconde de San Miguel que se halla en la Academia de la Historia, Colección de Salazar, K. 20 filio 210.