Tras escuchar atentamente el desarrollo de la moción de censura de Podemos contra Rajoy y empaparme de las inevitables interpretaciones y conclusiones sacadas por todo españolito que se precie, me acordé de aquella famosa frase atribuida a Pío Cabanillas (padre):

-Hemos ganado, pero todavía no sabemos quién.

Efectivamente, ganaron todos, incluidos los que perdieron. Ya solo nos falta conocer quiénes son todos y para qué va a servir la victoria. Me temo que hasta más allá de las Navidades no lo sabremos. El calor, las vacaciones veraniegas, la murga del techo de gasto y de los presupuestos del 2018, los nuevos casos de corrupción (que saldrán, claro que saldrán), los juicios sobre estos líos, Cataluña, Puigdemont y sus puigdemoncitos y pujolitos? hay tanta tela por cortar que los efectos, si los hubiera o hubiese, de la moción de censura, pasarán a un segundo plano o acabarán durmiendo el sueño de los justos allá en el limbo inmaculado.

De momento, todos (o casi) están a la espera del desenlace final del congreso del PSOE que hoy encumbrará otra vez a Pedro Sánchez como baranda. Nueva era, nueva etapa, la verdadera izquierda, el camino hacia la Moncloa, liderazgo alternativo a Rajoy. Son solo algunas de las frases que se han dicho o escrito después del aplastante triunfo de Pedro Sánchez en las primarias socialistas. Parece que hoy va a comenzar esa senda en medio de una paz, veremos si real o aparente, desconocida en el PSOE desde hace muchos años.

¿Marcará este congreso el hito que muchos le atribuyen? Creo que no. Como tampoco lo ha marcado la pasada moción de censura. Llegó, se celebró y punto. Más expectativas que concreciones tangibles. Ahora, ya determinados medios de comunicación andan especulando con la posibilidad de otra moción, esta con no sé qué paridas mentales y grupos como protagonistas. Que si unión a la portuguesa, que si gran bloque anti PP, que si pacto Podemos-PSOE y luego ya veremos?La imaginación al poder?al poder equivocarse. Pero no se preocupen que cosas similares se dijeron y escribieron antes de la susodicha moción y ya ven.

Claro que conozco gente que en vez de hablar de moción habla de loción. Y lo explica. El Diccionario de la Lengua Española atribuye a la palabra loción dos acepciones. La primera: "Líquido cosmético o medicinal que se aplica sobre la piel o el pelo". La segunda: "En medicina y farmacia tradicionales, acción y efecto de lavar". De modo que, siguiendo este criterio, la moción no habría sido tal sino simplemente "un líquido cosmético aplicado en la piel o el pelo", o sea en la epidermis, es decir sin entrar dentro. Como cuando uno se echa ungüentos después de afeitarse o colonia para oler mejor.

-Y eso fue lo que pasó, que todos se echaron la loción encima para que no se notara tanto su propio tufo. Y de ahí que rodos salieran tan contentos, dice el señor Melabando, que no quiere entrar en más detalles por si las moscas.

-A mí, sin embargo, me gustó la copla, sobre todo cuando la de Podemos, qué carácter, oiga, se pasó más de dos horas repartiendo estopa sin cansarse. Me divertí mucho. A ver si ponen una moción cada semana. El ventilador, una cervecita, un tentempié, el Congreso? ¿qué más se puede pedir con estos calores?, añade don Alpidio, que le ha cogido gusto a la cosa.

El caso es que sí, que los partidos se dedicaron más a tapar sus propias vergüenzas que a adentrarse en el intríngulis de la moción. Por eso dicen que ganó Rajoy, que salió a defenderse con un discurso bueno pero sin novedades. Por eso ganó Pablo Iglesias, que, libre de las ataduras del tiempo, dijo todo cuanto quería decir pero sin aclarar casi nada. Por eso ganó José Luis Ábalos, portavoz de un PSOE que no está con Rajoy pero que tampoco puede estar con Podemos, especialmente si andan Cataluña y el referéndum por medio. Por eso ganó Albert Rivera, otra vez marcando distancias con Podemos pero ofreciéndose a los demás y reclamando la paternidad de pactos y acuerdos.

Y por eso perdimos casi todos los demás, que volvimos a quedarnos sin saber qué va a ser de este país si en próximos, y quizás no tan lejanos, comicios se repiten los resultados electorales y no hay forma humana de llegar a coaliciones firmes y duraderas. Quizás nos lo aclaren en la siguiente moción (o loción) que, según algunos enterados, está al caer. Que cada cual rece lo que sepa.