Un lama es un "tulku", un ser humano que ha decidido reencarnarse en numerosas ocasiones para continuar con sus propósitos religiosos.Un lama es también un gobernante y un maestro, cuya finalidad en esta vida es hacer que sus discípulos se vuelvan autónomos y compasivos, para así alcanzar la iluminación.

Los lamas practican un ejercicio de meditación con sus alumnos, al que denominan el "gabinete espejo" para que puedan penetrar en suinteriorpara verse reflejados a sí mismos tal como son, pierdan el miedo y tomen el control de sus vidas, en vez de dejar que los dominen sus mentes, a las cuales las consideran monos locos o mariposas en constante movimiento, porque les impiden ver la realidad tal cual es.

Allí dentro descubren, contactando con su propia conciencia, que esa es su naturaleza real y no hay ninguna otra.

La palabra dalai en sánscrito significa Océano y lama Sabio. Son líderes espirituales del budismo tibetano considerados, reencarnaciones del BodhisattvaAvalokitesvara.

Un bodhisattva es alguien que ha alcanzado el supremo conocimiento y la iluminación. El nombre Avalokitesvara significa "el Señor que mira hacia abajo" a los hombres, y es uno de los bodhisattvas más considerado por los budistas.

Su origen está entroncado con numerosas leyendas, una de ellas es la de las once cabezas, los mil brazos y un ojo en cada palma de la mano.

Avalokiteshvara hizo el voto de no alcanzar la Iluminación hasta que todos los otros mil príncipes que conocía se hubieran convertido en budas. Y en su infinita compasión, hizo también voto de liberar a todos los seres sufrientes de los distintos reinos del samsara o de la rueda de las reencarnaciones, por lo que, rezó esta plegaria ante los budas de las diez direcciones: "Que pueda ayudar a todos los seres, y si alguna vez me canso de esta gran obra, que mi cuerpo se destruya en mil pedazos"".

Al acabarla se vio en el mundo de los dioses, miró hacia abajo y consternado descubrió que, aunque había salvado a innumerables seres del infierno, seguían cayendo muchos otros. Esto le produjo un hondo pesar, y por un instante casi perdió la fe en el noble voto que había hecho, de manera que su cuerpo estalló en mil pedazos.

En su desesperación, Avalokiteshvara pidió ayuda a todos los budas, que acudieron a socorrerle desde todas las direcciones del universo, en forma de una suave ventisca de copos de nieve. Los budas volvieron a reunir los pedazos, y a partir de entonces Avalokiteshvara tuvo once cabezas, mil brazos, y un ojo en la palma de cada mano, como símbolo de esa unión de sabiduría y medios útiles, que es la marca de la auténtica compasión. Bajo esta forma, apareció aún más resplandeciente que antes y dotado de un mayor poder para ayudar a todos los seres. Su compasión se volvió aún más intensa mientras repetía una y otra vez este voto ante todos los budas: "Que no alcance el estado final de buda hasta que todos los seres conscientes alcancen la Iluminación". Se cuenta que en su pesar ante los sufrimientos del samsara le cayeron dos lágrimas de los ojos, lágrimas que, por la bendición de los budas, se convirtieron en las dos Taras. Una es Tara en su forma verde, que es la fuerza activa de la compasión, y la otra es Tara en su forma blanca, que es el aspecto maternal de la compasión. El nombre Tara significa "la que libera" o la que nos transporta a la otra orilla del océano del samsara.

También en el mundo de los bodhisattvas ha habido muchos que han hecho creer lo que no son. Uno de los casos más conocidos es el de Lobsang Rampa, quien se hizo pasar por lama y abad de un monasterio tiebetano y escribió su presunta biografía en tres libros que no tienen desperdicio, El tercer ojo, El médico de Lasa y El cordón de plata. Describe cómo llegó al mítico mundo de Shambala, un paraíso escondido en algún lugar de la cordillera del Himalaya y sus raptos místicos con todo detalle.

Sin embargo, cuando el investigador sobre temas tibetanos, Heinrich Harrer dudó de las experiencias maravillosas y extraordinarias que contaba en ellos, contrató a un detective, quien descubrió que en realidad se trataba del hijo de un fontanero inglés, el cual, para defenderse de las acusaciones, afirmó que estando un día en su jardín en el condado de Surrey intentando fotografiar a un búho, tuvo una experiencia en la que se le apareció un monje con túnica azafranada que se acercó a él y le pidió que lo dejara tomar posesión de su cuerpo, a lo que él accedió. Después se demostró que nunca había estado en el Tibet y que jamás había viajado a la India.

No sé qué manía les ha entrado a los que fingen ser lo que no son, que no dudan en compararse con monjes, lamas, madres superioras de conventos y un largo etc. que tiene que ver casi siempre con las religiones.

Hace unos días el hijo de Jordi Pujol, muy compasivo el, llamado Oleguer Pujol Ferrusola, cuya madre o Tara blanca, ha participado presuntamente como ficticia superiora en algunos tratos bancarios con países fronteros, ha comparado la presunta persecución a la que está sometiendo, según él, el gobierno español, a su padre, a la que China sometió al Dalai Lama cuando tuvo que abandonar su país hace muchos años, para evitar la cárcel o la muerte.Y no sé por qué motivo la gente se ha sorprendido por ello. En todos los lugares hay suplantadores, y muchos de ellos abducidos por otros seres o antepasados.

Les recuerdo que presuntamente la base de su fortuna de debe a la herencia del abuelito, la cual se olvidaron declarar,y que han agrandado de forma estratosférica en estos años en que ha gobernado el padre-lama.

Porque es un lama, ya que se dan numerosas coincidencias entre ambos conceptos.

Sus reencarnaciones han continuado los propósitos del padre y todos ellos han perseguido el mismo fin y se han vuelto autónomos, económicamente hablando. Han entrado en el gabinete espejo y se han conocido por dentro, identificándose con su honorable padre y maestro, el cual ha mirado desde arriba al mundo de los seres corrientes y ha pensado que ya hacía bastante gobernándolos desde su atalaya, con lo mucho que tenía que hacer?

La diferencia fundamental radica en que en las palmas de las manos no llevan el ojo de la compasión hacia el resto de los seres, sino monedas y billetes que se les han quedado pegados con tanto viaje para poder esconder los dones que los dioses o los antepasados supuestamente les concedían

Por eso en algo tiene razón la historia mítica, a Pujol le han crecido las cabezas y los brazos como a nadie en este país y además tiene dos grandes ojos en las palmas de las manos como los de la historia del Avalokitesvara, en este caso no para constatar la verdadera sabiduría, sino la ambición desmesurada y la astucia que se desprende delejercicio del poder en muchos de quienes nos gobiernan y no viven, porque no saben poner coto al océano de la ética. Sólo la avaricia y la rapiña los conmueve.

Cuando le preguntaron al actual dalái lama lo que le sorprendía más de la humanidad él contestó: El hombre. Porque sacrifica su salud para ganar dinero. Entonces sacrifica su dinero para recuperar su salud. Y entonces comienza a preocuparse tanto del futuro que no disfruta el presente; resulta que no vive ni en el presente ni en el futuro; vive como si nunca fuera a morir, y entonces muere sin haber vivido.

Y es que muchos están tan imbuidos de esa naturaleza en apariencia real,que son incapaces de reconocer que la suya está presunta y genéticamente alterada.