Menuda se ha montado en tu tierra con el cartel de la Feria del Libro! Andaba yo de papeleo por Valladolid y así, de sopetón y con cierta sorna y una miaja de malicia, me lo soltó una amiga, buena periodista y escritora y experta en asuntos culturales. Después, manipuló su móvil o Ipad o como se llame y me mostró la imagen de marras. Flipé un rato, miré y remiré y, moralmente cansado y derrotado, acabé por agachar la cabeza antes de decir con un hilo de voz:

-No avanzamos; esto es para desesperarse. Tantos siglos de beatería, de peso de una religión que veía, y ve, pecado en todo lo relacionado con el cuerpo, el puritanismo, la cerrazón, el conservadurismo...

-Que no, que no, no te equivoques, que esta vez las protestas vienen del otro lado, concretamente de Podemos Feminismos Zamora o algo así, me contestó.

-¿Comooooooo? Y mis oes llegaron hasta Tordesillas, a unos 30 kilómetros de donde se desarrollaba la charla.

Al verme la cara desencajada y que los ojos se me salían de las órbitas, mi amiga volvió a enchufar su cacharro, buscó la noticia, me la leyó en alto y, finalmente, me pasó el chisme para que yo mismo comprobara que no me engañaba. Y sí, allí decía que Podemos, sector Feminismos, calificaba el cartel de "alegoría sexista de la lectura" y pedía su retirada inmediata.

Me pasé un cuarto de hora analizando milímetro a milímetro la imagen, pedí una lupa, un microscopio, un catalejo de gran aumento y, oiga, nada de nada. Ni di con la alegoría ni mucho menos con lo de sexista. Allí solo veía una composición armónica y bella y a los libros como grandes protagonistas. Qué inmenso error. Otros (y otras), seguro que más listos que yo, han reparado en un cacho de culo, unas caderas atractivas, el arranque de unas piernas perfectamente modeladas y una melena llamativa. O sea, sexismo en estado puro, utilización del cuerpo de la mujer (¿por qué saben que es una joven y no un apuesto mancebo o un respetable bixesual?) para no se sabe qué fines perversos (por ejemplo, apoyar la lectura).

Tras el examen exhaustivo del cartel, me rendí a las dudas. Quizás, pensé, los (y las) de Podemos vayan un paso por delante, vanguardistas ellos (y ellas), y hayan encontrado la forma de acabar de una vez por todas (y todos) con el machismo, bien sea de palabra, obra u omisión. Y busqué y busqué a ver si no solo pedían la retirada del cartel de Zamora, sino también "La maja desnuda", escenas de varios cuadros de El Bosco, libros como "La Celestina", "La lozana andaluza", "Las edades de Lulú" o "Lolita", películas como "El imperio de los sentidos"... Y no sigo porque se me termina el espacio. Pues, no; la noticia no decía nada de eso. Solo hablaba del Caso Zamora. Esperé unos días para comprobar cómo evolucionaba el asunto, y, para mi sorpresa, acabó derivando hacia el cisma político entre IU de Zamora y las IU regional y nacional. ¡Cágate lorito; ahora mismo, señorito! Como la IU de aquí, que gobierna el Ayuntamiento, apoyó el cartel, las otras IUs, que ya son más Podemos que IU, le han arreado estopa a Guarido y a sus concejales. Cuerpo a tierra que vienen los nuestros y les hemos dado una patada en nuestro propio culo.

Culo. He vuelto a escribir culo, lo siento; me confesaré y aceptaré la penitencia que me impongan. Y también prometo no hacer nada que vaya contra la ortodoxia del partido y contra su estrategia salvadora del hombre (y de la mujer) y de la Humanidad. Lo primero, lo de confesarse, me recuerda a Trento, aquel concilio que amenazó con excomulgar hasta por meterte el dedo en la nariz. Lo segundo, lo de la ortodoxia del partido, me retrotrae a Stalin y al Gran Hermano que tan bien retrató Orwel en "1984".

A lo largo de la Historia ha habido muchos periodos de puritanismo, autoritarismo y castigo o censura al disidente. Y siempre se hacía en nombre de sagrados principios (Dios, la Patria, el pueblo, incluso la libertad). Salvadas las distancias y sin ánimo de comparar, en el caso del cartel zamorano se pone como excusa una supuesta defensa de la dignidad de la mujer y un presunto sexismo. Tremendo. Si Podemos Feminismos y algunas IUs solo han querido dar el cante y atraer los focos, qué le vamos a hacer, todo el mundo tiene derecho a sus cinco minutos de gloria. Pero si lo que han dicho, lo piensan realmente, es para echarse a temblar y para ir todas (y todos) con un burka por la calle. Si saben de algún buen sastre, avísenme.