Se mueve la política, que todo lo mueve. Se movió el PP en el ámbito autonómico y acaba de hacerlo el PSOE en el nacional. A veces el movimiento es evolución, a veces revolución y otras involución y tengo para mí que los movimientos de las últimas fechas traen más de esto último que de las otras dos opciones por mucho que los populares lo hayan querido vestir de evolución o los socialistas vencedores casi de revolución.

Dejo para los analistas "premium" el estudio y definición de ambos ámbitos, en esta mañana de sábado en la que atempero el sosiego que dan las zapatillas de andar por casa con una agitadora dosis de heavy metal clásico ochentero, me quedo en lo más cercano, que más nos incumbe y sentimos y nos duele a los zamoranos.

Metidos en estos andares, la pregunta es si más allá del relevo del susanista Plaza al frente del PSOE provincial, tiene este partido del Pedro Sánchez reinventado -tan de la nada como fue creado en su momento-, mimbres y capacidad para ofrecernos a los zamoranos una propuesta atrevida y sólida que nos saque del vagón de cola en el que viajamos. La cuestión es, en la otra cara de la moneda falsa con las que nos vienen teniendo comprados, si el PP del aún menos aguerrido que Herrera, Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León y el que será nuevo presidente de ese partido en Zamora, (presidente mando a distancia, ya lo he oído llamar), y no más que alter ego de Martínez Maíllo, pueden en colaboración con el resto de los suyos garantizarnos no ya resultados para salir del agujero negro sino al menos intenciones de hacer algo.

Por razones más que obvias y porque el transcurso de los años va animando sobre todo a la expansión del escepticismo, no soy optimista sobre lo que los zamoranos podamos esperar de estos PP y PSOE que se configuran para los próximos años. De la izquierda de Podemos (y la finiquitada por absorción IU), es bien sabido lo que podemos esperar, a medida que la realidad los obliga a alejarse de los grandes postulados teóricos y sus políticas tienen que ser aplicadas en el día a día se van quedando en la nada o en el caso de los más dogmáticos solo son aptas para lugares lo suficientemente ricos y prósperos como Madrid o Barcelona por ejemplo donde el margen de caída es tan largo que pueden estar unos años hasta que la situación se torne insostenible.

Queda solo la incógnita aún por desvelar de Ciudadanos. Por el mensaje nacional más moderno, abierto y liberal, con las propuestas más centradas y con un Rivera y su equipo que dan muy bien en la foto de los grandes asuntos de Estado tuvieron mi voto y el de otros zamoranos. Falta por ver su capacidad e interés por hacer germinar propuestas para esta otra España de la que somos, a esta fecha, un buen, por dramático, ejemplo. Por todo ello, no está demás que, con independencia de las grandes ideologías políticas, del futuro de Zamora empecemos a ocuparnos, en zapatillas de andar por casa y con el espíritu agitado. el conjunto de los zamoranos

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