Qué ha pasado con los juegos de antaño? Los de hogaño resultan incluso peligrosos, sobre todo si se tiene a mano un ordenador y se conecta con Internet. Los padres lo tienen difícil, muy difícil. A ver cómo se las ingenian para no dejar a sus hijos menores solos en la red. La red a veces envuelve a chicos y grandes y teje en torno a ellos una tupida maraña que puede ahogarlos.

No voy a decir que los chavalitos y chavalitas de hoy día jueguen a lo que jugaba servidora. A lo mejor lo de servidora, un clásico, está demodé, pero en verdad no resultaba tan peligroso como algunos juegos de ahora. Ignoro si ahora se lo pasan bomba. Cuando yo era pequeña me divertía y disfrutaba de lo lindo, individual y colectivamente con aquellos juegos que nos enseñaron y que fomentaban también la amistad y el compañerismo.

Cuando me hablan de la "ballena azul". de inmediato me voy a un mamífero marino enorme, posiblemente la más grande entre las ballenas, puesto que hay ejemplares de más de 30 metros de longitud y 190 toneladas de peso. Pues no. La "ballena azul" es un siniestro juego viral que incita al suicidio. La cosa no es baladí. Este macabro juego ya llevó al suicidio a varios jóvenes rusos y ha logrado sembrar el pánico en Colombia. No puedo entender cómo los jóvenes se dejan comer el coco de esa forma.

Tras un misterioso mensaje que los implicados deben saber descifrar comienza el jueguecito en cuestión que en lo que a España respecta, ha llevado a una joven menor de edad a ser ingresada en un hospital de Barcelona. La chavalita, como todos los que participan en este macabro juego virtual, fue superando retos peligrosos hasta llegar al último, en el que se plantea el suicidio. Siempre hay alguien que entra al trapo. Siempre hay alguien que llega hasta el final. Siempre hay alguien que se zambulle en la laguna Estigia sin esperar a Caronte para acabar en el infierno tras pasar un infierno.

La Guardia Civil está alertando constantemente sobre este juego y aconseja prestar más atención a los menores cuando se sientan ante el ordenador. El susodicho se está convirtiendo en el enemigo público número 1 de muchos chavalitos y chavalitas que se dejan arrastrar, que se dejan llevar, que se sienten fascinados. Los participantes en este juego deben realizar una prueba por día. Las autolesiones (cortes en brazos, piernas y pinchazos) se van alternando con la privación del sueño, el visionado de vídeos de terror o visitar sitios como azoteas y vías de tren. A estos jugadores se les llama "ballenas azules" y en según qué pruebas tienen que interactuar entre ellos o con su guardián.

Por favor, que actúen de inmediato contra quienes propagan en la red este juego en concreto. O son tarados o son los nuevos asesinos en serie, las nuevas mentes criminales. Emplearse a fondo con niños y adolescentes conduciéndolos al drama, tiene que ser delito por fuerza. Si estas pruebas se han convertido en un fenómeno social entre los jóvenes rusos y entre miles de jóvenes latinoamericanos, a buen seguro no tardará en hacer diana, más allá de algún que otro caso aislado, entre los menores españoles.