Hace días paseaba por la Gran Vía de Madrid, esa calle cuya transformación ha sido propuesta a votación popular y cuyas urnas instaladas en los distritos de la ciudad y la plataforma en la nube, han sido poco utilizadas. Allí divisé una persona que me resultaba algo conocida. Y me dije. Es un diputado. Me acerqué y le pregunté. Era un senador. Y le dije: ¿Qué tal va la vida? ¿Va mucho por la provincia que le ha votado? ¿Conoce los deseos y esperanzas que depositaron muchos en la urna al elegirle? ¿Trata de cumplir alguno? ¿Es difícil? Y otras preguntas más. Imagínese que en lugar de ser Madrid, ciudad de todos, fuera su pueblo, cualquier pueblo de la Zamora rural y usted se encontrara con una persona, diputado, senador, procurador en Cortes, diputado de la Diputación Provincial ¿le reconocería?, ¿sabría de qué partido es? ¿Qué le preguntaría? Pero un poco más difícil aún el Diputado y o representante a quien Ud. eligió, ¿le reconocería a Ud.? ¿Le diría algo?

Con permiso tácito de Carmen Ferreras (25-2-2017) altero algo su titular y por completo el contenido. En un principio pensé titular, Curiosidad. Sin cambiar lo que pensaba escribir me parece más pertinente el elegido. Siempre se puede aprender algo leyendo el periódico.

En una fechas determinaos se nos convoca a las urnas. Las caravanas, mítines, voces parece que lo llena todo. Todos cercanos al pueblo, a los pueblos a las gentes, se departen besos, y más besos, sonrisas, llaveros, sus problemas. Todos nos van a resolver todo. Y pasa el tiempo. ¿ Ud. les volvió a ver el pelo? ¿Se acuerda al menos de quienes fueron los ganadores? ¿Sería ahora capaz a de reconocerlos, si no por sus actos si al menos por su figura? ¿Es que han vuelto por el pueblo al menos para hacerse los simpáticos y cercanos y decir aquí estamos? Me gustaría que este periódico o alguien hicieran una encuesta sobre el grado de conocimiento o desconocimiento que de nuestros votados y nuestros representante tenemos. Me cuesta creer, que seamos mayoritariamente capaces de saber quiénes son las personas que ocupan los cargos de diputados y senadores en Madrid por parte de Zamora y que nosotros hemos elegido. Lo sabrán en sus partidos, en sus órganos de dirección, pero eso no basta. Son representantes de Zamora en su totalidad. Igual podemos decir de los procuradores en Cortes de Castilla y León. Quiénes son que hacen, que cumplen e incumplen. De los diputados en la Diputación no digo nada, puesto que ellos deben su representación a otro modo de cambalache que los partidos no están dispuestos a cambiar.

En todas profesiones existen las figuras de los inspectores. De vez en cuando en Educación, por ejemplo, el inspector de turno se da una vuelta por los centros a los que atiende, habla con directivos, profesores, órganos unipersonales, y colegiados, vigila, valora, evalúa , cómo van las cosas, según normas y baremos establecidos y, llegado el caso, propone cambios o mejoras. ¿Quién valora la actividad de nuestros representantes, y eso que el propio Estatuto de los diputados, contempla que pasen ciertos tiempos en sus provincias a las que deben representar y en función de eso cobran dietas y desplazamientos? ¿Quién procura que se conozca su labor en los plenos y en Comisiones? ¿Quién hace populares, conocidas y cercanas estas instituciones tan importantes? Tengo la impresión e invito a este periódico , que por cierto es quien nos informa sobre lo dicho, o a cualquier persona interesada , que haga un muestreo sobre el grado de conocimiento y aprecio que se tiene a los representantes del pueblo y a su trabajo. O un concurso público con premio y todo a quien sepa sus nombres.