Conocerá la autoridad competente en materia de Educación, la cultura del esfuerzo? Cierto es que no tiene buena prensa, que no pasa por sus mejores momentos, pero no es menos cierto que uno de sus valores más notables para alcanzar los objetivos fijados, pasa directamente por la perseverancia. Palabra y actitud también en desuso, sobre todo en materia de educación. Efectivamente, la tenacidad, pero también el compromiso, la vocación y la disciplina son pilares fundamentales de la cultura del esfuerzo. Dígaselo usted a la autoridad competente que ha decido que no hará falta llegar al cinco ramplón, al aprobado más simple para obtener el título de Eso. Es un agravio comparativo para los que consigan nota, para los que vayan muy bien preparados y con "la lección" aprendida.

O se inventan revalidas y más revalidas que tampoco son tan malas o lo quitan todo por decreto igualando al pelotón de los torpes con el de los listos o inteligentes, que no es lo mismo. La política educativa en España deja mucho que desear. El que llega nuevo al Gobierno quiere imponer lo suyo que no es lo de todos, sin respetar aquello que está o se ha hecho bien, y así les va a nuestros estudiantes, de culo y cuesta arriba. Por favor, que saquen de una vez por todas una ley en un contexto de estabilidad jurídica para los alumnos y que dejen de marear la perdiz como lo vienen haciendo. No se puede jugar así con la Educación. Tiene que ser sagrada, no sólo en su pluralidad sino también en su aplicación.

El Gobierno patrio ha reculado con lo de la implantación de las revalidas de la Lomce y se ha pasado de golpe no veinte ni treinta, sino cien pueblos, porque ahora no hará falta aprobar para obtener el título de Eso, como ya digo más arriba. La ley del mínimo esfuerzo le gana a la cultura del esfuerzo. Perdemos todos, en especial los estudiantes que ven un escape a su problema de "vaguitis", aquellos que la padezcan, claro. Así no vamos a ninguna parte. Hay que trabajar, desde el consenso, con lo mejor que todos puedan aportar en una ley básica de educación que lleve directamente a la excelencia, para acabar con el abandono escolar temprano que propician, precisamente, algunas leyes. Lo que no pueden ni deben hacer es eliminar los pertinentes requisitos académicos. Hay que dar más tiempo y más ayuda al que verdaderamente lo necesite. ¿Cómo?, muy fácil, potenciando la cultura del esfuerzo.

Hay que acabar con el actual caos educativo. Un caos que demuestra que los políticos van a lo suyo, no al interés y al bien común de los ciudadanos. Reúnanse, discutan, sin llegar a las manos, consensuen y saquen adelante la Ley de Educación que España espera y necesita desde hace tantos años. Dejen de crear inseguridad que afecta por igual a estudiantes, profesores y familias. Los estudiantes tienen el derecho de saber a qué atenerse y acabar con estos vaivenes que marean. Hay que propiciar un clima de estabilidad hasta ahora inexistente. Los alumnos bastante tienen con estudiar. Es lo que tienen que hacer y dejarse de jugar a la política. Que se acaben los cambios y que empiecen a mostrarles el camino de la cultura del esfuerzo que lleva directamente a la mejora de la calidad de la enseñanza.