Los gitanos no sólo son conocidos por su melodiosa voz, su destreza para musicalizar y sus fabulosos espectáculos que nos deslumbran, también una fama nociva les acompaña estigmatizando su etnia casi desde sus cimientos.

Mucho se ha tratado sobre okupas y la forma relajada, impune en la cual operan, poco se ha hecho para proteger a los propietarios de inmuebles y nada se ha hecho para desestimular las ocupaciones.

El ascenso de estos índices ha conducido a la sociedad a un temor fundado y permanente pero es muy dañino cuando al oír la palabra okupa, después del insulto o el rechinar de dientes se pronuncia "seguro que son Gitanos".

Debemos recordar que aún cuando existen grupos organizados son actos delincuenciales perseguibles en España, Rumanía o cualquier lugar del mundo, el gentilicio no les hace delincuentes. Es preocupante que estos grupos integrado por pocos, tienden a dañar y atemorizar a muchos, pero no debe ser considerado delincuente el colectivo en general.

Ligado a las ocupaciones se aprecian daños a la propiedad privada, hurto de enseres depositados en los pisos y hasta violencia en el ingreso o durante la estancia en el inmueble. Todo esto ante la mirada perniciosa de las autoridades y sobre las cenizas de los propietarios y vecinos a quienes nadie les ha tomado en cuenta.

Son justamente los afectados los más humillados que han acudido a toda cuanta oficina pública existe y nadie les ha amparado. Muchas víctimas de la indiferencia, han tenido que recurrir a hacer presión mediática y han acudido hasta nuestra Organización para que les prestemos la colaboración en su reclamo, por lo que emprendimos un nuevo proyecto para el cual estamos dispuestos a ejercer todas las acciones legales que sean necesarias.

Hasta la fecha los mayores okupas son de origen gitano español y gitano rumano, los más afectados son los inmuebles de bancos en etapa de remate o subasta y los particulares que tienen un piso vacío en trámites de alquiler o reforma, el problema es social y ya ha empezado a ser cultural, no debemos esperar a que ocurran desgracias como pérdidas de vidas humanas, delitos por sentimientos xenófobos o señalamientos a extranjeros para acabar con éstas mafias. Algo hay que hacer, seguimos demandando una reforma legislativa, la culpa no es del okupa más que de quienes lo permiten.

Desde la Liga Española Pro Derechos Humanos y Federación Internacional pro Derechos Humanos-España, rechazamos categóricamente las mafias okupas, exigimos una reforma legislativa que garantice el derecho a propiedad como Derecho Humano (artículo 17 de la Declaración de Derechos Humanos) y exhortamos a los que invaden propiedades y más a los que se dedican a ubicar inmuebles a buscar otros métodos de producción económica formales, medios que no perjudiquen a terceros y que permitan el avance de la sociedad a la cual todos pertenecemos y donde todos tenemos derechos y obligaciones.

Apelamos al Secretariado Gitano de España que destine parte del dinero recibido de las Instituciones Públicas y Privadas la educación familiar y ciudadano de sus agremiados para reforzar sus valores morales, contribuyendo con el cese de estos actos delictivos.

Así como este artículo cabe en pocas letras, en el mundo cabemos todos, solo es cuestión de ubicar nuestro lugar ideal. "En tiempos de engaño universal decir la verdad se convierte en un acto revolucionario", Orwell.