Se cumplen ahora sesenta años del voraz incendio que destruyó la Iglesia de Santa Catalina, de Toro y que también calcinó varios pasos de la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla, que habían de participar en la Semana Santa que comenzaría al día siguiente del siniestro (Domingo de Ramos).

Eran las cuatro de la tarde del sábado 13 de abril del año 1957, cuando alguien advirtió que había un incendio en la Iglesia de Santa Catalina, cuando las primeras personas en notarlo penetraron al interior del templo, aunque trataron de dominar las llamas, éstas habían tomado ya un considerable incremento y casi envolvían por completo el altar, prendiendo en el artesonado del que comenzaban a caer maderas convertidas en ascuas. El interior del templo quedó reducido a escombros en breve tiempo, quedando también destruidos altares e imágenes, entre ellas algunas muy valiosas pertenecientes a la Cofradía de Jesús y Animas, la más antigua de la ciudad de Doña Elvira que debería desfilar en el amanecer del Viernes Santo (a seis días del siniestro).

Al mismo tiempo que los vecinos luchaban contra las llamas con una pequeña bomba, se pasaba aviso a los parques de Bomberos de Zamora y Valladolid que, aunque acudieron con toda celeridad, poco pudieron hacer, porque se había desplomado la techumbre, quedando únicamente en pie los muros exteriores de la iglesia.

Entre las imágenes y grupos escultóricos perdidos se hallaba la venerada imagen de Jesús Nazareno, titular de la Cofradía, el grupo de la Desnudez, conocido como "Rodapelo", atribuido a Gregorio Fernández, el grupo de La Soledad, del escultor vallisoletano Pinavete; Cristo al Expirar, que algunos atribuían a Juan de Juni; La Verónica, el paso de La Crucifixión, y también se quemaron imágenes de La Milagrosa, San Roque, Santa Lucía, San Blas, San Miguel, San Pedro ad Vinícula, la Virgen del Rosario y algunas más distribuidas por los altares.

El martes Santo, 16 de abril de 1957, , la Cofradía de Jesús y Animas hacía público que ese año sacarían en procesión el único paso que se había salvado del incendio, el Ecce Homo que se hallaba en el Convento de las Religiosas Clarisas. Otro importante acuerdo adoptado por la Cofradía fue abrir una suscripción para reparar en lo posible los pasos dañados. Las gentes del pueblo fueron a un pinar y construyeron una simple cruz de madera yu con ella se celebró la Semana Santa de 1957

En la actualidad, la iglesia de Santa Catalina está desacralizada y se ha convertido en el lugar donde se guardan los pasos de la Semana Santa de la Cofradía de Jesús Nazareno y Animas de la Campanilla. Esta iglesia se encuentra en la calle del mismo nombre, juto a la Puerta de Santa Catalina y el Teatro Latorre, después de aquel incendio se ha ido reconstruyendo con fondos de la Diputación a instancias de la Junta pro Semana Santa de Toro.