Por fin hoy llega la primavera, de modo oficial el lunes a las 12,09. Ha venido precedida por unos días realmente primaverales en los que hemos disfrutado de unas jornadas verdade-ramente deliciosas. Se trata de una estación del año en la que todos nuestros sentidos se sienten satisfechos. La vista contempla satisfecha los almendros en flor y otros vegetales que parecen alegrarse con la llegada de su estación favorita; el cielo se nos ofrece en todo el esplendor de su azul y su sol radiantes. Las calles de la ciudad, sobre todo si han sido regadas, nos reciben como sonrientes de satisfacción? En una palabra, la vista se nos ofrece estupefacta ante el colorido vivo de la naturaleza y la alegría gozosa de las manifestaciones artificiales. Al oído nos llegan las melodías más nítidas, como desprovistas de la nebulosidad del invierno que se va. La atmósfera pura transmite los sonidos que se producen con más pureza y más radiantes. Se oyen más cánticos por las calles y en las proximidades de lugares preparados para ofrecer espectáculos de luz y sonido. Las voces suenan más alegres y con una vida especial, animadas por la belleza circundante. El olfato, al contacto con las abundantes flores, las de los árboles y las de los jardines y macetas, que adornan llenas de vida los balcones, abiertos generosamente a la vista de los viandantes. La ausencia de los elementos sórdidos que abundan en el invierno; todo, en una palabra, lo que abunda en pro del aroma primaveral? El gusto se recrea con la promesa de todos esos alimentos que la naturaleza brinda con el buen tiempo; y con la reali-dad de los frutos que ofrece al paladar la abundancia primaveral. Y el sentido más general, el tacto: ya, sin necesidad de otra cosa, el contacto con la excelente temperatura primaveral, el calorcito vivificante del solecito abundante, el contacto vivificante del ambiente florido; el contacto satisfactorio con la mano que te saluda, de los objetos que tocas sin obstáculos desagradables traídos por el poco agradable invierno? Todo lo que, inmediato o alejado, se nos ofrece tácticamente, tocándolo o sin contacto físico sensible?

Es fundamental esa experiencia envolvente que afecta a todos los sentidos. Pero es mucho más importante, para la vida de muchos, el anuncio que la primavera trae consigo. Hay muchas clases de personas a las que la primavera anuncia el resultado feliz de sus labores; la proximidad del final de curso, para los estudiantes por ejemplo, con la mediación desagradable de los exámenes (hay que ver los pros y los contras, aunque sean más agradables los pros). La primavera anuncia al labriego la proximidad del tiempo en que ha de recoger la cosecha, el resultado feliz de sus trabajos durante el otoño y el invierno pasados; el anuncio del descanso estival para toda la familia, que se verá reunida en ese tiempo disfrutando del veraneo elegido, Todos, en una palabra, veremos en la primavera ese anuncio clamoroso del junio colector de todo lo que fuimos cultivando a lo largo del año. Todavía habrá que dar los últimos impulsos al esfuerzo; pero, -a todos nos ha ocurrido alguna vez- parece que la proximidad de la recompensa presta unas fuerzas suplementarias a nuestras posibilidades físicas, intelectuales, o de cualquier orden; a la vista del resultado compensatorio se esfuerza uno y trabaja con mayor contento. Siempre anima ver cerca el resultado favorable de cuanto se viene pretendiendo.

Ha llegado la primavera; y con ella muchas cosas agradables, de efecto actual o potencial. Comenzando por el bienestar que produce el buen tiempo, en la vida física y en la espitirual. Parece que hay un reclamo de la naturaleza invitando al disfrute lícito y prometiendo bienestar futuro bien merecido. La vida cobra un impulso especial y, con sus favores y sus disgustos, -que también puede haberlos- animando a seguir adelante en la tarea diaria con la esperanza de que ésta se vea compensada por unos resultados eficaces.

Disfrutemos, pues, del buen tiempo y estemos dispuestos a aceptar lo que resulte menos satisfactorio, porque será un motivo más para que nos alegremos cuando tengamos en la mano el resultado provechoso. ¡Bienvenida, Primavera, por lo que eres y por lo que prometes para un futuro próximo!