Lo volvió a ser el de la última misa retransmitida por la 2 de Televisión Española. Llenazo en el templo y atención en los hogares y otros lugares donde se siguió en directo la Santa Misa. Los deseos de Pablo Iglesias, de Julio Rodríguez y demás miembros de la formación de color nazareno, no se están cumpliendo. Cuanto más arremeten contra la religión católica y las celebraciones religiosas retransmitidas por las teles públicas, más beneficio está obteniendo la causa católica.

La misa celebrada en la iglesia de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, cuya eucaristía fue emitida por la 2 de TVE, logró congregar a 600 feligreses en el interior del templo. A los que hay que sumar el 1,3 millones de personas que la siguieron a través de la pequeña pantalla. Un impresionante 21,3% de share. Más que muchos programas estrella de las teles privadas que se han estrellado contra la indiferencia de los espectadores.

El "efecto rebote" ha sido impresionante. Con ayuda de las redes, cuanto más se inmiscuyan los Podemos boy's, más alto será el porcentaje de asistentes a la misa dominical por Televisión. Eso es para que vuelvan a por otra, hasta que no acaben trasquilados no van a parar. Es que, de repente, de la noche a la mañana, porque les viene en gana, no pueden tratar de suprimir la misa televisada, y como la misa tantas y tantas cosas en las que han puesto su atención para eliminarlas. A este paso, por las reminiscencias que tienen, que dinamiten los embalses, que quieten la Seguridad Social, en fin, todo eso que esta gente dice que huele a rancio cuando, en realidad, los rancios son ellos.

Me quedo con una frase de don Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, pronunciada durante la homilía: "La palabra del Señor no rompe, ni maltrata, ni elimina a nadie". Por eso es absurdo que se empeñen en atribuirle a la Iglesia aquello que la Iglesia no hace ni dice. No hay que hacer añicos lo que es bueno para quienes lo necesitan, y eso también es un servicio público, no hay que decir que se maltrata a nadie cuando la Iglesia, a través de tantas de sus organizaciones, pongamos que hablo de Cáritas o de Manos unidas en los países en vías de desarrollo, atiende a los que el Estado abandona, a los que el Estado no puede atender y a los que la sociedad no hace ni puñetero caso porque mira hacia otro lado.

Yo quisiera ver a los de la formación morada, vistiendo al desnudo, dando de comer al hambriento y de beber al sediento, dando posada al peregrino que hoy son nuestros hermanos que huyen de la devastación de la guerra, visitar a los presos, enterrar a los difuntos. Eso en cuanto a las obras de misericordia corporales. Porque la Iglesia de la que apostatan, también atiende las obras de misericordia espirituales como enseñar al que no sabe, pongamos por caso a Pablo Iglesias a quien más de un curita joven le ha puesto en su sitio, corregir al que se equivoca, consolar al triste, al afligido, sufrir con paciencia los defectos del prójimo y perdonar al que nos ofende. Esto último lo hace la Iglesia constantemente con Pablo Iglesias y sus huestes.

Me alegra enormemente que la misa del nuevo éxito tuviera en esta ocasión como eje central el Día del Seminario, por todo lo que significa y la necesidad de incrementar el censo sacerdotal. Ante lo ocurrido nuevamente, sería de sabios rectificar por parte de los del círculo a los que les va que ni pintada esta otra frase pronunciada por don Carlos: "No endurezcáis vuestro corazón. Escuchad al Señor".