L a moda está en todo pero llamamos "moda" a la ropa. La moda es el dato que se repite con mayor frecuencia, aunque antes lo más admirado era el modelo exclusivo, un dato que no se repetía. Queremos referirnos a la costura pero pode os usar esa palabra porque no pueden proceder de ese arte material prendas que vienen tan mal cosidas y rematadas. La ropa es barata y masiva y ahora lo exclusivo es la puesta, no la prenda. Las chicas se prestan pantalones, faldas, blusas y tacones para no repetir modelo.

Ahora hay muchas ocasiones sociales. Se ha quedado entre nosotros la palabra "evento"en el sentido de "acto social programado", como se usa en América. Se ha impuesto al sentido contrario que tenía aquí "evento" de acaecimiento imprevisto. Hasta en la realidad sociolaboral se ha impuesto que los eventuales estén largamente programados y sucedan en su empleo durante años. Como las ocasiones sociales suelen desarrollarse en interiores acondicionados, la ropa ya no depende de la dictadura meteorológica, sino sólo de las dictaduras de los fabricantes de tintes, de los marcadores de tendencias y de la misma moda. Por eso hay prendas calientes en verano y frías en invierno y zapatos con tacones que no están hechos para andar de pie sino para estar puestos en el pie. De casa al coche, del coche al sitio y vuelta.

En los estantes y percheros se encuentran abrigos de telas ligeras sin forro, minifaldas de lana o vestidos de tirantes para el invierno, jerséis sin mangas y con cuello alto para el verano, sandalias para diciembre, botas para agosto. La moda es global y en el globo es, al tiempo, invierno y verano. Pero dudo que esa sea la razón. Al mercado le vale: a alguien se le ocurre hacerlo y a alguien se le ocurre ponerlo. En Estados Unidos quieren aplicar el mismo criterio a los medicamentos. Los mejores serán los que más se vendan. De algo hay que morir.