Ha surgido un debate en la sociedad en torno a la denominada maternidad sustituta, gestación subrogada, maternidad subrogada, vientres de alquiler, padres intencionales, en el que están participando activamente los círculos feministas.

Promovida por un lobby de conocidos personajes públicos, (Colectivo COGAN) el debate sobre la maternidad subrogada goza de cierto respaldo social al venir presentada como un nuevo modelo de maternidad/ paternidad y un nuevo modelo de familia, que permite hacer efectivos los deseos de tener hijos en parejas homosexuales, heterosexuales o solteros.

La plataforma feminista,"No somos vasijas" liderada por relevantes filosofas y juristas se ha opuesto frontalmente a esta práctica por considerarla gravemente atentatoria contra los derechos humanos de las mujeres.(Manifiesto contra la maternidad subrogada, junio 2015).

La maternidad subrogada o gestación por sustitución, es un acuerdo de voluntades en virtud del cual una mujer alquila su cuerpo para gestar un hijo por encargo de tercero, con el compromiso irrevocable de renuncia a sus derechos a la filiación sobre el nacido, a cambio de una cuantía económica. El coste de una gestación puede oscilar desde los 6.500 euros en India a cerca de 100.000 en USA.

El ordenamiento jurídico español condena tal práctica.El Código Penal ( art .220 y 221) impone penas de cárcel desde los 6 meses hasta los 5 años cuando existe contrato de gestación) y también declara nulo el contrato de gestación en el que se convenga la gestación con precio o sin precio (artículo 10, Ley de Técnicas de Reproducción Asistida). En el mismo sentido se ha pronunciado el Parlamento Europeo y varias legislaciones comunitarias. En Europa, solo Holanda contempla ciertos supuestos muy restrictivos, pero en el resto del mundo la legislación es más flexible y amplia. Muy amplia en el caso de India,(referente mundial de la maternidad subrogada y donde existen más de quinientas clínicas dedicadas a este tipo de gestación, por resultar económicamente muy asequible). Con menos cargas éticas y con mayor coste económico USA, especialmente California, o el mercado incipiente en Rusia y Ucrania.

Más allá de las cuestiones jurídicas, morales y económicas que estas prácticas conllevan, las asociaciones feministas se han manifestado rotundamente en contra de esta nueva forma de explotación de las mujeres, especialmente de las económicamente más débiles. El caso de la India es significativo, donde mujeres de origen humilde y en situaciones de auténtica necesidad,se someten a estos tratamientos a cambio de una pequeña cantidad dinero y/o un puesto de trabajo.

El derecho a la decisión sobre tu propio cuerpo, no significa la mercantilización de nuestro útero El derecho a la integridad física, no supone que nuestro cuerpo sea utilizado como mero recipiente generador de vida.

La comercialización y mercantilización del cuerpo de las mujeres está prohibido por las convenciones internacionales. Es un atentado a los Derechos Humanos de las mujeres. Un contrato no legaliza la explotación, humillación y degradación ética que esta práctica significa para las mujeres y para la maternidad. Esto supone el mercadeo del cuerpo de las mujeres y la banalización de la maternidad y de la paternidad.

Esta técnica, ignominiosa para las mujeres, no supone un avance para los derechos de los varones que quieren ejercer su paternidad. Los hombres tienen derecho a disfrutar de su paternidad. Facilítense los derechos de adopción de niñas y niños a las parejas o personas solteras que deseen tener hijos. Favorézcanse otras técnicas de reproducción asistida, pero nunca a costa de los derechos reproductivos de las mujeres. Nunca favoreciendo el tráfico de cuerpos y de personas. Las mujeres somos Personas, Mujeres, Madres. No úteros andantes a los que se puede implantar unos óvulos o espermatozoides de terceros y transformarnos en una incubadora. No somos úteros andantes. No somos probetas contenedoras de vida. Y mientras tanto, nos siguen matando.

(*) Mujeres Progresistas de Zamora