E l domingo, día 12, no fue un buen día para los españoles, las dos reuniones de políticos, ellos las llaman congresos, que se celebraron en España, una por los aduladores del presidente del Gobierno, señor Rajoy y la otra por los de Pablo Iglesias, secretario general del PCPodemos, se han convocado para hacer explícita la adulación a la personalidad de cada uno de los líderes citados. ¿Ustedes han oído hablar de algún tema que tenga relación con programas de gobierno, o de algo que afecte al bienestar, la libertad o la seguridad de los españoles?.

El lunes fue peor, el presidente del Gobierno reconoce en una entrevista televisada de hace unas horas, que la estrategia del partido PP con la corrupción ha fracasado, aunque todo ha sucedido hace mucho tiempo, "diez años", en los modos del Presidente ese tiempo hay que multiplicarlo por dos o por tres. Que todo ha sido originado por una cadena interminable de errores y que la "corrupción le ha hecho mucho daño a su partido". No, señor presidente, el daño ha sido a los españoles que se nos ha expoliado, sus, vamos a llamarlos ex socios, se han enriquecido.

La más alta autoridad del Gobierno proclama que su política frente a los delincuentes recién expulsados de su partido, ya hay varios condenados, durante tantos años ha sido, sobre poco más o menos, mirar para otro lado, porque no ha logrado disuadir a nadie de meter la mano y ahora están viendo como la justicia les pone cada día frente al espejo. Ni ayer, ni hoy y parece que ni mañana serán los mejores días para los españoles a juzgar por el trabajo que están realizando los jueces. A grandes rasgos los planes de los jueces se parecen a los de los neoconservadores intervencionistas, con una diferencia, los jueces italianos idearon y prepararon los esquemas de Manos Limpias de a Italia del fiscal Antonio di Pietro.

La imagen de concordia que quiere ofrecer ahora el presidente tras meses de turbulencias resulta evidente que le va ser muy difícil de sostener frente a un adversario político que regresa victorioso de la batalla de las Termópilas y a un PSOE que está decidido a interpretarse así mismo con todas sus fragilidades después de varios meses de dificultades, una cosa ha dejado diáfanamente clara. El PSOE es el único partido político que no tiene que explicar a nadie que es el único que se encuentra al frente del centro izquierda aunque haya tenido que recurrir a una comisión encargada de restablecer las reglas del juego.

Tampoco fue buena la jornada para otro dictador de segunda mano, el joven Pablo Iglesias, que ha liderado el desmantelamiento de la izquierda, es el más radical adversario de compromisos con las corrientes moderadas y se ha erigido en vencedor en las aclamaciones de ayer. Algunos de su partido pueden tener los días contados. Ahora comenzará la dura tarea de desactivar las corrientes moderadas. La venganza es un plato que sirve frío.