La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha echado las cuentas por todos nosotros. El recibo medio de la electricidad se ha disparado un 29% en el mes de enero con respecto al mismo mes del año pasado. Qué quiere decir, pues que se ha encarecido en más de 18 euros la factura con respecto a la de enero del pasado año. Son muchos, demasiados euros para las economías medias y sobre todo para las bajas. Luego nos hablan de la pobreza energética. El principal responsable es el Gobierno que carga onerosamente el recibo con impuestos de todo tipo. Alguien tiene que controlar al Gobierno, porque de seguir así nos va a llevar a la ruina a todos los españoles y a ver luego a quién van a sangrar, ¿a los ricos? ¡No se lo creen ni ellos!

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene que hacer algo con urgencia, porque alguien no está haciendo bien las cosas. Ha llovido y la luz no ha bajado. Claro que podrán decirnos, que ha llovido poco. En lo que a Zamora respecta es verdad. Se ha producido aunque no al completo, el deshielo que los cauces de los ríos estaban esperando. Claro que podrán decirnos que no ha sido al cien por cien. Y por eso. Pues, oiga, que pongan en marcha las centrales nucleares precisas y si no que las construyan para acabar con la sangría. Pero, claro, aquí chocamos con el ecologismo militante y también con el de boquilla. Es decir, con los que tienen miedo, porque el miedo es libre, a un accidente nuclear y van a protestar, sí o sí, contra esa posibilidad. ¿Qué hacer, entonces?

El Gobierno lo sabe. Que reduzca el IVA que pagamos los abonados. Que le eche un vistazo al peaje de acceso y los precios, al impuesto sobre la electricidad y otros conceptos que ensanchan sobremanera el 'total a pagar' que en algunos casos mete miedo de lo inflado que llega a su destinatario. La cosa, este mes, será como para echarse a temblar. Ya lo verá. Da igual que juremos en arameo, que pongamos al ministro del ramo de vuelta y media y anatematicemos a la compañía que nos toca en suerte o desgracia: Iberdrola, cuando de Zamora se trata. Ellos a lo suyo que es mantener el crescendo en la factura y nosotros a pagar si queremos ver la luz cuando le demos al interruptor.

No nos queda otra. Bueno, o si, podemos salir en procesión reivindicativa, todos a una, como en Fuenteovejuna, aunque tengo para mí que nos va a dar igual. A lo mejor una rogativa, que es más directa o un apagón generalizado a partir de determinada hora para jorobar al sector. No sé, son ganas de especular, porque el Gobierno, los bancos y las eléctricas nunca pierden, "¡hagan juego, señores!". Lo cierto es que la factura media para un consumidor medio ha ascendido este mes a 81,22 euros por el recibo de la luz, frente a los 62,9 euros del año pasado. ¡Viva la biomasa! Pero es mejor no dar pistas no siendo que el Gobierno se fije, y jorobe bien jorobados a los que han adoptado este sistema de calor en sus hogares, poniendo su atención preferente en él.

Noveno mes consecutivo de subidas. La tendencia es que no se va a salir fácilmente de esa espiral alcista hasta que, ya digo, alguien de un golpe de efecto y se acabe con la hemorragia. Tengo para mí que, aunque sea más de lo mismo, el encarecimiento de la luz seguirá siendo noticia, objeto de todo tipo de comentarios y ninguno bueno, a lo largo del presente año. Y todo, porque los precios de la luz siguen en máximos.