La Virgen del Viso (o del Aviso) es una imagen gótica que data del año 1260; es la Patrona de la Tierra del Vino y su advocación se debe, según cuenta la tradición, a que la Virgen María habló a un pastor, diciéndole el lugar donde se ocultaban los restos de San Ildefonso. El pastor, llamado Pascual, fue a la iglesia y convenció al párroco para que contara al obispo esta información, encontrando los restos de San Ildefonso tal como había dicho la Virgen.

En la cima de la colina donde la Virgen habló al pastor, se construyó una ermita, donde se veneró a santa María hasta que se arruinó el templo en 1792, trasladando la imagen a la iglesia parroquial de Bamba. La imagen siempre ha estado muy vinculada a Zamora y al Cabildo de la Catedral, siendo una de las protagonistas de la que se llamó Procesión de las Imágenes, rogativa que tuvo su mayor esplendor a lo largo del siglo XVII, hasta que fue prohibida por el Consejo de Castilla en 1773.

Los restos de san Ildefonso fueron traídos a Zamora por don Urbano, arzobispo y su arcediano Evencio y don Pelayo, hijo de Favila que huyendo de los moros hacia Asturias, al pasar por Zamora, enterraron secretamente el cuerpo de San Ildefonso en la iglesia de San Pedro que ya existía entonces.

Según versión de algunos historiadores, algún tiempo después vino a Zamora un toledano que dijo haber tenido revelación de hallarse el cuerpo del santo arzobispo enterrado en la iglesia de san Pedro y señaló el sitio, más no se le creyó ni se le dio importancia. Al poco tiempo se presentó un pastor, llamado Pascual, manifestando que una imagen de la Virgen le había revelado el sitio donde se hallaba el cuerpo de san Ildefonso, más tampoco se fijó atención a su declaración.

Por último, en 1260, siendo obispo de Zamora don Suero Pérez, trató de ensanchar la iglesia de San Pedro que era entonces pequeña y de tres naves, y al ahondar el cimiento, hallaron una piedra que decía en latín : "Aquí yace Ildefonso, Arzobispo de Toledo". El obispo mandó levantarla y hallado el cuerpo fue colocado a la derecha del Altar mayor secretamente y sin que lo supieran más que algunos clérigos y personas de importancia con las que fundó don Suero la Cofradía de Camareros de San Ildefonso que duró varios siglos.

Por aquellos días parece que un ciego había venido por especial y divina revelación a señalar el sitio donde el cuerpo se hallaba, coincidiendo con el hallazgo el haber recobrado la vista.

Permaneció el santo cuerpo sin pública veneración y guardado en secreto por sus Camareros, hasta que, en 1415, se nombró una comisión que fue a entrevistarse en Valencia con el Papa Benedicto XIII, consiguiendo que expidiese un Breve para que se pusiera el cuerpo de san Ildefonso a la pública veneración.

En 1496, reinando los Reyes Católicos, se construyó la Capilla alta, colocando el fuerte enrejado, celebrándose la ceremonia de elevación de los Cuerpo de san Ildefonso y san Atilano en la tarde del 25 de mayo de dicho año.