Este antiquísimo convento, que en la actualidad lo conocemos ubicado en el Barrio de Cabañales, existió en el siglo XII a espaldas de la iglesia de Santa María la Nueva, contiguo a la muralla de la ciudad ( ahora es el espacio que ocupa el Museo de la Semana Santa).

El antiguo emplazamiento del Monasterio de las Dueñas tiene una vinculación histórica con el Motín de la Trucha, aquel suceso del año 1158 que motivó el incendio de la Iglesia de Santa María la Nueva, y del que cuenta la leyenda que las sagradas formas que estaban en el Sagrario de la Iglesia escaparon del incendio y fueron a depositarse en la Capilla del convento de las Dueñas a través del muro dejando una hendidura testimonio de aquel milagroso prodigio.

A petición de doña Ximena y doña Elvira, hijas de don Rodrigo Peláez, dio licencia el obispo de Zamora para que las Dueñas comprasen unas casas y huertas que al otro lado del puente poseía la Orden de San Francisco y allí se trasladó el Monasterio, consagrándose la nueva iglesia el 14 de abril de 1238. Parece ser que en la fundación del nuevo convento intervino la reina doña Teresa, y que la infanta doña Sancha fue una de las primeras que tomaron el velo, por cuya causa, los reyes sucesivos, desde don Sancho a don Enrique II, favorecieron con sus mercedes a esta casa de corte aristocrático, en la que no solo entraban las principales damas de Zamora, sino también de todo el reino y de la casa Real como atestiguan la mencionada doña Sancha, doña Elvira de Alencastre y la infanta doña María, hija de Fernando IV.

El monasterio ha sufrido mucho por las crecidas del Duero, en una de ellas quedó destruido el archivo, y también hubo un voraz incendio del que las monjas se salvaron milagrosamente.

Desde su fundación, tiene el convento una imagen de Nuestra Señora, de gran valor por tratarse de escultura de tanta antigüedad a la que se tiene mucha devoción. Hay también una talla de santo Domingo que dicen tiene la forma del hábito que la Orden vistió en un principio.

En la Semana Santa, es llevada la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza el Martes Santo para quedar en el Convento de las Dominicas Dueñas de Cabañales hasta el Jueves Santo que saldrá en procesión organizada por la Cofradía de la Virgen de la Esperanza, que hasta el año 2010 era la Sección de Damas de la Cofradía de Jesús de Vía Crucis.

La Sección de Damas se había constituido en 1962 precisamente para devolver la Virgen de la Esperanza a su lugar del culto durante el año, tras haber acompañado al Nazareno el Martes Santo hasta el convento de Cabañales. En la actualidad, la Virgen es llevada en procesión en la mañana del Jueves Santo hasta la Catedral donde se le despide con una solemne Salve.