El precio de la luz se ha disparado escandalosamente. Después de un miércoles en el que el recibo de la luz incrementó su precio notablemente, el día siguiente fue mucho más caro y hoy ni le cuento. Acabaremos volviendo a los candiles y quinqués para alumbrarnos y al brasero de cisco para calentarnos. Mal, muy mal con el ministro Soria que nos trató a los consumidores a zapatazo limpio. Pero es que con el ministro Álvaro Nadal, es decir, el actual, la cosa ya se torna insoportable. De entrada, el Gobierno cifra la subida que ya es real en 100 euros al año. ¡Una salvajada! En lugar de velar por los intereses de los ciudadanos el ministro Nadal vela directamente por los intereses de las Eléctricas. Sólo nos tienden la mano para pedirnos el voto. Luego, nos la retiran.

El ministro en cuestión ha explicado que el frío, la falta de agua y de viento, la subida del precio del petróleo y la paralización del parque nuclear en Francia son los responsables de esta subida de precios. Por eso, el día más frío del presente invierno, con temperaturas bajo cero que sólo mencionarlas hacen temblar, se nos subió la luz con la aquiescencia ministerial. A mí me gustaría preguntarle al ministro del Partido Popular con cara de pocos amigos,¿por qué cuándo el petróleo baja, el Gobierno no baja el precio de la luz? Es que no dan la cara para nada y menos para darnos explicaciones a los ciudadanos.

Y sigo preguntando con la ilusión, ¡tonta de mí!, de que me responda. Vamos a ver, ministro, cuándo los embalses están llenos, ¿por qué diantre no baja la electricidad? Y voy más allá, cuando en Francia se ponen los reactores en funcionamiento, ¿por qué no baja el recibo de la luz? Porque no les da la gana. Porque les gusta que malvivamos o que lo hagamos al arrastra. Porque anden ellos calientes y ríase la gente y porque tienen que agradar a las empresas que, en el momento en que dejen el cargo, les acogerán en el seno de sus consejos de administración. Y junto al Consejo de Estado, las Eléctricas son, desde siempre, el destino favorito de toda esta caterva política nacional.

Con la indiscutible riqueza hidroeléctrica de España, que el ministro nos explique por qué la electricidad cuesta en el Reino Unido casi la mitad que en España. Es que no tienen respuestas para nada. Suben el recibo, contentan a las eléctricas y ellos tan oreados cara al futuro que para muchos se sitúa en un horizonte no muy lejano. Yo quiero que, además de para el Ibex 35, el Gobierno gobierne para los ciudadanos. Es una salvajada que en las últimas horas de la tarde del miércoles el coste de la luz superara los 95 euros por mwh. Los ciudadanos no podemos más. Si hasta le han pegado una pasada a la humilde bombona de butano, al gas ciudad a todo lo que sirva para cocinar y calentar que es donde estas empresas que nos joden vivos tienen pingües beneficios. Las 20:00 horas es cuando se alcanza la cota más cara. A esas horas poner lavadoras, lavavajilla u otros electrodomésticos de fuerte consumo tiene que ser impensable para todos. Nos dejan muy poco margen, de doce de la noche a ocho de la mañana, justo cuando menos se consume porque la mayoría ciudadana permanece en horizontal. Ya me dirá usted quién, a esas horas, se pone a lavar la ropa y cocinar con la consiguiente molestia personal y para los vecinos. Los consumidores lo tenemos crudo. Las eléctricas se lo llevan crudo. Y el ministro de turno también.