Comienza el nuevo año 2017 y con la celebración del día de los Reyes Magos se acaban las fiestas de la Navidad. Después de tantos días de asueto, nos parece que el mes de enero se va a prolongar demasiado; no en vano acostumbramos a decir que "la cuesta de enero es dificultosa, pero en llegando febrero ya es otra cosa".

Para que no nos parezca tan largo el mes de enero, podemos pensar en que viene el tiempo de romerías. Con el pretexto de la devoción que podamos tener a un santo, llegan días de función religiosa, procesión, disfrute de los sones de la gaita y el tamboril, bullicio, bailes y ambiente de alegría, y degustación de las golosinas típicas de cada momento.

La primera romería del año, es el 15 de enero, san Mauro, que como es en invierno, es costumbre llamarlo de los "santos de capa". La romería de san Mauro se celebraba antiguamente en la Iglesia de san Leonardo, templo que desapareció como tal hace más de ochenta años. Estuvo dedicado a carbonería y hace tiempo que permanece cerrado y sin actividad alguna.

Los cultos en honor de san Mauro se celebran ahora en la parroquia de La Horta, allí se hace la adoración de las reliquias del Santo, de allí sale la procesión y se celebran los acostumbrados cultos el día 15 de enero.

Dos días después, el 17 de enero, llega la festividad de san Antón o san Antonio Abad. Esta celebración es bastante más conocida por las gentes, tanto de la capital como de los pueblos de la provincia; al santo se lo considera patrono de los animales.

Era muy importante esta celebración en los arrabales de San Frontis y San Lázaro. Se acostumbraba llevar a las caballerías en solicitud de la bendición del santo y se les hacía trotar y galopar en los alrededores de las iglesias. La más concurrida era la iglesia de San Frontis porque ofrecía mayores espacios para las carreras.

Ahora, los principales actos en honor de san Antón se celebran en la iglesia de San Antolín, donde, además de los cultos religiosos, se acostumbra llevar toda clase de mascotas, perros, gatos, pájaros, etc. para su bendición. También tiene lugar la típica subasta de las roscas. Es costumbre que este día se ponga a la mesa, como menú principal, la "sanantonada", que es un plato de alubias cocidas y sazonadas con orejas y patas de cerdo. Los cofrades de San Antón, que cada día son mayor número, se reúnen para degustar la "sanantonada" en un tradicional banquete.

De muy antiguo, en el barrio de San Frontis se decía que el día de san Antón iban a "matar la sierpe". Esta expresión tiene su origen en que se hablaba de la existencia legendaria de una sierpe monstruosa en las inmediaciones del arrabal de San Frontis.

Cuando haya concluido el mes de enero, vendrán más celebraciones de romerías: san Blas, Las Candelas, las Águedas...