Mirad hermanos, preocupado me tenéis al finalizar el año porque al empezarlo nos pusimos todos a mear fuera del tiesto y así es difícil saber quién llega más lejos. Pero bueno a lo que iba, no acabo de barruntar en el lío que nos hemos metido, vamos, que no cabe en mi sesera, si queréis ponedlo con equis, todo eso de los barones y bien sabe el Dios bendito que me he preocupado mucho en hacer pesquisas de indagar si lo de barones se escribe con "b" o con uve. "Bien está lo que bien parece". Mirad a templar gaitas que no es de buen gobierno disponer en acaloramientos de acá y decidir sobre los de allá; que en tiempos de borrasca es malo hacer mudanza. Que a "perro flaco todo se le vuelven pulgas" y en "casa cuando no hay farina todo es mohína". Mirad a entrar con buen tino en el año venidero, no vaya a ser que del mucho relatar la gente tome punto y coma en los pregones y os veáis a responder. Que del "viejo es el consejo" y "no por mucho madrugar amanece más temprano".

Queridos hermanos que con luengas lenguas comentáis sois prestos a montar la procesión, sin cristos, ni santos y con un largo sermón. "Que del cura es el sermón y del alcalde el bastón" y los de la ladera de enfrente dicen que no lo sueltan, el bastón, porque ellos son alcaldes desde la Ceca a la Meca sin hacer penitencia ni oración, sentad un poco la cabeza, que pa tirones de orejas aquí se juntan enseguida los de Errejón y Pablo Iglesias.

Ahora de lo que se trata es de ponerse alpargatas y dejar a la vieja y su rueca que haga refajo y calceta. Inventemos una montaña, de ideas, y dejemos de empreñar a la abuela y de asar la manteca. Porque si el asunto ese de las autonomías "pata negra" y financiación, los catalanes la piden desde Almería al Rosellón, y la señora ministra tiene tarea para el rescate de fósiles y cabrates, la cobla y los calçons, el silbo de los pastores, las monchetas ad butifarra y el origen del follón.

No me seáis menguados en perdones ni parcos en alabar que mesnadas de Castilla batalla quieren presentar. ¡Gentes bravas! los de acá dignos del Campeador que a diestra y a siniestra repartía mandobles en nombre de su señor. Sed mesurados en las admoniciones, y en las Cortes, sed el rey León.

Por todo recibid cordiales saludos que los vasallos son buenos cuando hay un buen señor.

Con esto me despido y prometo hacer propósito de enmienda y algo de penitencia porque el médico ya se encargó hace unos días de echarme el responso.

Feliz año venidero.