La Cuba libre y democrática post-Fidel, es igual si no peor que la Cuba libre y democrática de Fidel. Por cierto, la famosa bebida nada tiene que ver con el comandante. He añadido lo de "democrática" porque así la llaman y consideran los afectos al régimen de los Castro que demuestran no tener ni la más remota idea del significado de esa palabra que prostituyen de pensamiento, de palabra y de obra.

Pues nada, que va el corresponsal de RTVE en la isla, Vicenç Sanclemente y, libre y democráticamente, entrevista al periodista disidente Reinaldo Escobar, esposo de la bloguera Yoani Sánchez. Buena le cayó encima. El corresponsal patrio trabajaba en la capital cubana para informar sobre los acontecimientos acaecidos tras la muerte de Fidel Castro a cuyo sepelio acudieron los más importantes líderes del orbe mundial: Evo Morales, Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Rafael Vicente Correa, entre otros. Pues bien, la policía del régimen castrista no se anduvo con chiquitas, procedió a la detención de Sanclemente a quien condujo a una comisaría de La Habana, ojo al dato, por "posible alteración del orden público" mientras entrevistaba a Escobar.

No sé, porque no se han manifestado al respecto, qué pensarán del incidente Iglesias y Errejón que tienen a Cuba y a los Castro como referentes políticos de primera. Seguro que aducirán que algo ilegal haría el corresponsal español. En este episodio no interesa apelar a la libertad de prensa. No conviene. Entre otras cosas porque en Cuba no existe. Por cierto, Pablo e Íñigo boicotean con su ausencia en el Congreso de los Diputados el día de hoy. Lo que hicieron el pasado año no es válido para este y así sucesivamente. Ellos tienen que hacerse notar yendo a la contra porque, de otra forma, pasan totalmente desapercibidos. Es viejo, con tintes nuevos, todo lo que largan en cuanto ven un micrófono a la altura de sus boquitas de pitiminí precioso.

Volviendo al lamentable incidente ocurrido en la Cuba libre y democrática post-Fidel, la dirección de la corporación RTVE ha "condenado la prohibición a su corresponsal de informar libremente de lo acontecido en Cuba". Sanclemente estuvo varias horas retenido en una comisaria sin comerlo ni beberlo. Cosas así no pasan en esta España que, con sus defectos y virtudes, es mucho mejor que la Cuba de los hermanos, la Cuba hereditaria que ha pasado de hermano a hermano y puede que en un futuro no muy lejano de padres a hijos. Tanto como lamentan Cañamero y compañía que en España al rey de todos los españoles le suceda su hijo y así sucesivamente como ocurre en tantos países europeos de amplia trayectoria democrática y, ya ve usted.

En la Cuba de Raúl Castro llaman "alteración del orden público" a informar libremente, pero nada dicen del vergonzoso incremento de jineteras en el Malecón desde el establecimiento de relaciones con Estados Unidos. Prostitutas bien educadas, algunas incluso con título universitario, vaya usted a saber si preparadas a lo mejor por el régimen. Pero esas vergonzosas estampas parecen traer al pairo a unos dirigentes a los que solo preocupa perpetuarse en el poder para hacer y deshacer a su conveniencia, por mucho que algunas de sus arbitrarias actuaciones despierten el enérgico rechazo unánime de los países democráticos.