Leopoldo Alas "Clarín" nació en 25 de abril de 1852 en Zamora a donde se había trasladado su familia desde Oviedo al recibir su padre, Genaro García-Alas, el nombramiento como gobernador de la ciudad. En la casa se hablaba continuamente de Asturias, su madre, Leocadia, con cierta nostalgia, contaba relatos de la tierra de sus antepasados. Este ambiente influyó en gran medida en el espíritu de Leopoldo cuando era niño, por lo que se sentía más asturiano que zamorano, aunque a lo largo de su vida conservó un cariño especial a esta tierra que le vio nacer.

A los siete años marchó a estudiar al colegio de los Jesuitas de León, en el edificio de San Marcos, hoy Parador de Turismo. Sus compañeros lo conocían con el mote de "el gobernador", por alusión al cargo de su padre

En el verano de 1859 todo la familia regresó a Asturias. Durante los años siguientes Leopoldo vive en las tierras propiedad de su padre y allí aprenderá directamente de la naturaleza y de los libros que encuentra en la biblioteca familiar.

El 1863, a la edad de once años, Leopoldo ingresa en la Universidad de Oviedo y luego se traslada a Madrid para hacer el doctorado, alojándose en una posada de la Calle Capellanes. Allí formó un grupo que se dio a conocer como "Los de Oviedo", reuniéndose en la "Cervecería Inglesa" de Madrid.

En 1875 se funda el periódico "El Solfeo", en el que Leopoldo Alas figuró como redactor tomando el seudónimo de "Clarín". De esta forma Leopoldo Alas entró en la vida literaria de la época y desde su columna se dedicaba a lanzar duras críticas llenas de ironía contra la clase política.

Clarín empieza a gozar de una popularidad que le cuesta abundantes disgustos y un buen número de enemigos. Cada artículo que escribe produce un nuevo escándalo.

Hizo unas oposiciones a cátedra y obtuvo el primer lugar en la terna de opositores, pero el entonces ministro de Instrucción Pública, Queipo de Llano, conde de Toreno, que había sido blanco de terribles sátiras de Clarín en el periódico "El Solfeo", desposeyó a Clarín de la cátedra ganada al no olvidar las burlas del candidato.

En 1882 obtuvo nombramiento para la cátedra de Economía Política y Estadística en la Universidad de Zaragoza. Al año siguiente regresó a Oviedo como catedrático de Derecho Romano y más tarde se ocupó también de la cátedra de Derecho Natural de la Universidad de Oviedo.

A los 31 años de edad, Clarín escribe su obra maestra, "La Regenta" y en 1891 ve la luz su segunda novela, "Su único hijo".

Regresa a Oviedo muy enfermo en 1901, donde su sobrino médico le diagnostica tuberculosis intestinal en último grado, falleciendo el 13 de junio de 1901, a los cuarenta y nueve años.