Ha sido otorgado a Bob Dylan el premio Nobel de Literatura, lo que ha promovido una gran controversia. Unos a favor, otros en contra, estos últimos lo han criticado duramente. Cada cual expone sus razones. Personalmente, manifiesto que la noticia me ha agradado. La poesía del cantautor, convertida en música, es fuente de luz, esencia, plenitud. En ella la palabra sueña su infinito. Desea grabar la soñada armonía, arrancarle al paisaje su luz, dibujar la poesía. Busca siempre la esencia sueña, sueña ser brisa, sueña ser viento, ser marinero que navegase el huerto.

De otra clase de poesía, de la que no se dice nada, pienso lo que la zorra de la fábula de Esopo cuando vio la máscara: ¡Oh, qué hermosa cabeza, pero no tiene seso! A veces leo poemas con métrica perfecta; su rima no tiene parangón, pero no dicen nada. Qué gran desilusión.

José Ruiz Crespo (Zamora)