Los de allí y algunos de aquí dicen que la culpa de lo que sucede en Cataluña la tiene el Gobierno de España, cuando no directamente el Estado español. Los de allí y algunos de aquí, muy pocos, critican la actitud del Gobierno de España, cuando no directamente del Estado español, frente al desafío independentista. Mire por donde, son los de allí y algunos de aquí los que permanentemente hacen gala de actitudes, gestos y comportamientos desafiantes y chulescos. No hay más que tirar de hemeroteca para darse cuenta de que eso es así por mucho que pretendan hacer ver y creer lo contrario.

Al concejal del Ayuntamiento de Badalona le remito. Sí, hombre, a ese que convocó a la prensa el 12-O para romper ante las cámaras el texto de resolución judicial que les instaba a respetar la festividad del Día de La Hispanidad. El chiquito este pertenece a la CUP, esa especie de culos mal asiento que llevan España atravesada como si España les hubiera hecho algo. El susodicho responde al nombre de José Antonio Téllez. A este le fallan los ocho apellidos catalanes por mucho que se presente como Josep Antoni Téllez. En este apellido y los que siguen está la pista inequívoca de que estamos ante un "charnego" de pura cepa, con sangre granadina y malagueña, como él mismo ha confesado, corriendo por sus venas pero que se muestra feliz y contento de su adquirida catalanidad. ¡Visca Granada y Málaga!

Estos son los peores. Una vez que son abducidos, se les acaba la sensatez, la coherencia, el sentido común y por supuesto, el orgullo de pertenencia a esta grande y hermosa nación llamada España. Este y los que son como este se cagan, con perdón, la pata abajo llegado el caso. Téllez y sus cuates, seguro que con el afán de minimizar el alcance de sus actos que les van a llevar directamente ante el juez, defienden que en realidad el papel que rasgaron, con esa arrogancia insultante que empleó el converso, era una fotocopia. ¡Manda huevos! ¿Y para eso tanta convocatoria y tanta chulería? A eso se llama cobardía. Si lo haces pecha con las consecuencias, ¡valiente!, ¡mójate noi!, pero no recules porque eso lo hacen solo los cobardes.

Hay que ver, en frío, y tras lo que pueda ocurrir en el juzgado, cómo se le ha ido diluyendo la chulería a este y a los otros cinco bobos como él que dieron la cara, mientras la alcaldesa y algún que otro edil de apellidos inequívocamente catalanes estaban en paradero desconocido. Para eso quieren al charnego, para que dé la cara y se la partan si hay que repartir sopapos. Estas actitudes, estos actos de desobediencia, los insultos, la quema de banderas de España y de retratos del jefe del Estado no pueden seguir quedando impunes. Alguien con dos dedos de frente tiene que coger las riendas y castigar, judicialmente, a todos estos chulos que se hacen los valientes, cara a los suyos, desafiando al Estado español, pero que en realidad son unos "cagaos".

Estos son a los que se les llena la boca de "progreso", los que reclaman partidos y políticos progresistas cuando en realidad ellos son regresivos.