En la actual democracia española, es tan grande la confusión en materia de ideologías políticas, que una parte de los españoles vota, se afilia o se inserta en una determinada corriente o doctrina sin tener claros sus más elementales principios?

Los términos "izquierda" y "derecha", hoy en día, no parece que aclaren la distinción, pues la mayoría de las veces no responden a una verdadera diferencia en cuanto a los contenidos políticos.

Se cuenta que en la primera asamblea constituyente francesa, tras la revolución, tomaron asiento a la derecha del presidente los partidos del antiguo régimen, a la izquierda los del nuevo, y así nacieron las denominaciones políticas "izquierda" y "derecha". Esta alusión localista y circunstancial no ayuda a esclarecer las diferencias ideológicas, y menos en estos momentos, pues es muy difícil determinar dónde termina la derecha y empieza la izquierda. Todas las definiciones de derechas y de izquierdas han fracasado hasta ahora, porque las actitudes políticas son coyunturales y dinámicas, y difícilmente se puede aplicar un término general a lo que es continuamente variable.

Abandonando esta nomenclatura, el partido Podemos, considera que es más adecuado aplicar los conceptos de "arriba" y "abajo", queriendo entender que los de arriba son los "ricos" y los "pobres" los de abajo. El problema está en determinar quiénes son los de "arriba" y a partir de qué ingresos se incluye a los ciudadanos en esta casta, y qué ingresos anuales nos llevaría adscribirlos en la clase de "abajo". Por otra parte esta distinción tampoco realiza ninguna aportación desde el punto de vista de la ideología política, por lo que es preferible ir a conceptos menos oscuros o confusos.

Lo primero que tendría que analizar el elector antes de decidir su voto entre los diferentes partidos es si defienden la democracia auténtica, y la aplicación, en la práctica política, de la separación de poderes, es decir, la clara independencia de los poderes políticos: legislativo, ejecutivo y judicial, como garantía de equilibrio entre los mismos que limite las facultades del gobierno y proteja los derechos individuales. Este principio político de la separación de poderes, junto con el de la consagración constitucional de los derechos fundamentales, son la base del estado de derecho. Y la posición que los partidos políticos mantengan respecto a los mismos nos va a proporcionar un indicio bastante aproximado de cuál es su ideología política.

Partiendo del análisis de la posición respecto a estos principios, se puede entrar en el examen de las diferentes categorías a las que, que de manera meramente aproximativa, podemos denominar con los términos que anteriormente definimos como oscuros: Las derechas y las izquierdas.

A la derecha sociológica, actualmente se la denomina de diferentes formas: Partido Liberal, Partido Conservador, Democracia Cristiana? En su ideario se encuentran la defensa de la democracia y de los derechos y libertades fundamentales; no aceptan la lucha de clases; son partidarios de la libertad de enseñanza, tanto pública como privada; aceptan plenamente la economía de mercado; defienden la propiedad privada y sobre todo la libertad total de los medios de comunicación social.

En España se encuadran en esta ideología el Partido Popular, Ciudadanos, Vox?. Respetan la Constitución y por encima de todos sus principios defienden la Unidad de España.

En relación a la izquierda sociológica, ideología muy extendida en diversas formas, tenemos que hacer dos apartados:

El primero sería el marxismo, en el que se circunscriben una diversidad de tendencias. La más conocida es el comunismo que se practica de una forma manifiesta en China, Corea del Norte, y Cuba y de una forma solapada en Venezuela, Ecuador y Bolivia. El comunismo se caracteriza por la abolición total de todas las libertades individuales, por la defensa de la lucha de clases; existencia de un partido único, escuela única y control total de los medios de comunicación, nacionalización de las grandes empresas y de la banca. Todo está planificado por el Estado. Defienden como forma de gobierno la república.

En España no se han aplicado estas ideas totalitarias hasta la actualidad, si bien se intentó en la época de la guerra civil.

Dentro de esta ideología marxista podemos incluir al partido de Izquierda Unida, a Podemos y a todas las Mareas y partidos singulares de las comunidades autónomas (los llamados partidos populistas). Estos partidos son partidarios del "derecho a decidir" de las comunidades autónomas en su relación con España, ya que el principio de la Unidad de la Nación no es prioritario para ellos.

En un segundo apartado podríamos englobar al socialismo, en que se agruparían la Socialdemocracia, Partido Laborista y Partidos Socialistas de toda Europa, y en España el PSOE, que renunció al marxismo con Felipe González. Admiten la compatibilidad entre la inversión pública y la propiedad privada, y también la compatibilidad entre la enseñanza pública y la privada. Defienden la libertad de los medios de comunicación social. Se han moderado en todos los aspectos, por lo que al PSOE se le considera como un partido Socialdemócrata Europeo. Aunque suelen ser republicanos aceptan la Monarquía española. Son constitucionalistas y partidarios de la Unidad de la Nación. El PSOE se ha alternado en el poder con el Partido Popular durante varias décadas, dando lugar a un bipartidismo que ha proporcionado una gran estabilidad a nuestro país.

Como hemos visto hay muchas izquierdas, unas definidas y otras indefinidas, unas constitucionalistas y otras nacionalistas e independentistas, que no tienen inconveniente en unirse con partidos nacionalistas y destruir la unidad de España para llegar al poder.

En esta categoría de partidos nacionalistas (catalanes, vascos y gallegos), los hay de todas las tendencias políticas, pero también se unen, sin ajustarse a la legislación constitucional, para obtener su principal objetivo: la Independencia de su Comunidad. La democracia la interpretan a su manera. No creen en la división de poderes. Las leyes solo las cumplen si les favorecen.

En cuanto al sistema impositivo la confusión también es bastante grande, pues en estos momentos no se puede decir, como se declaraba hace años, que las izquierdas incrementaban los impuestos y las derechas los bajaban. En la actualidad las políticas impositivas dependen de las circunstancias, y en el caso de España, en temas económicos, es necesario contar con la opinión, y en muchos casos la aprobación, de la Unión Europea.

Estas ideas simples, espero que aclararán a muchos electores, sobre todo a los más jóvenes, el clima político con el que se encontrarán en las próximas elecciones.