El título de este artículo es el resumen que todos los medios de comunicación escritos, televisivos y radios, con sus correspondientes debates y tertulias -con independencia de su orientación política, que la tienen- han venido utilizando durante estos días. Evidentemente a algunos de estos medios no les importaría que el Partido Socialista desapareciera del mapa político español. Y hacen lo que pueden para conseguirlo.

Es más que evidente que estamos asistiendo a unas jornadas de mucha intensidad política y una cierta convulsión social, en las que muchos ciudadanos han seguido y participado de los debates que se han venido produciendo en el seno del Partido Socialista. Se demuestra una vez más que nada de lo que ocurre en su organización es ajeno al interés de los españoles. Naturalmente existe debate porque hay ideas y también posiciones diferentes en relación a la estrategia, lógicas en un partido democrático que discute públicamente ante la ciudadanía.

Es conocido que en sus 137 años de existencia han sucedido situaciones muy complicadas dentro del partido, semejantes a las que han ocurrido en nuestro país llamado España. Ciertamente, igual que ahora, alguno de los conflictos internos también se trató de solucionar con un instrumento estatutario como son las gestoras, cuya misión es buscar y proponer soluciones a los problemas orgánicos. Para no eludirlo, vaya por delante mi opinión de desacuerdo con los métodos que se han utilizado y que forzaron la dimisión de la Ejecutiva de Pedro Sánchez. Por muy reglamentario que sea. Por lo que hay que pedir disculpas a los votantes socialistas y a la sociedad en general.

Para ilustrar estos escenarios, haré referencia a cuatro momentos clave de la historia de España, que también es la historia del Partido Socialista. En los años 1919-20 el debate en el seno del partido se centró en la participación e incorporación, o no, en la III Internacional (Komintern), con el Partido Comunista Soviético. Esa discusión duró un año, del cual surge la escisión y el nacimiento del Partido Comunista de España (PCE) que sí se incorpora. En 1930, en plena "Dictablanda", se provoca en nuestro país el debate sobre República-Monarquía, en la que las fuerzas de izquierda discuten la oportunidad de convocar una huelga general. Los compañeros de la dirección y los militantes se dividen en relación a la postura a defender. Durante la II República y más adelante en la mal llamada guerra civil, el Partido Socialista, con responsabilidades de gobierno, mantuvo tremendos debates y profundos enfrentamientos, como se corresponde a una situación tan grave. Más cercanos, en el año 1979 en el XXVIII Congreso Nacional (ahora Federal) en el que tuve ocasión de intervenir, se produjo un gran debate que venía arrastrando desde el Congreso de Suresnes (1974) sobre el marxismo. Dimite Felipe González y se nombra a una gestora que convoca un congreso extraordinario. En el año 2000, Joaquín Almunia, al perder las elecciones, dimite como secretario general y se constituye una gestora que organiza el XXXV Congreso.

Pues bien, de todas estas complicadas circunstancias los socialistas han sabido resurgir y recuperar sus fuerzas, por la firmeza de sus convicciones y porque, como se ha venido diciendo, la situación y el itinerario de España son los del Partido Socialista. Los socialistas, que nos sentimos orgullosos de serlo, a pesar de las crisis, siempre se han enfrentado a sus obligaciones, que son entonces y ahora los intereses de los ciudadanos, que siguen siendo la libertad, la igualdad y la solidaridad. Por cierto, sería interesante conocer si a lo largo de esos 137 años existe alguna entidad que no haya pasado por dificultades o haya sufrido alguna crisis. Y digo entidad, porque no hay ningún partido, pues estos se han difuminado o han desapareciendo. No obstante hay que reconocer que estas situaciones han producido dolor y quebranto en los militantes y simpatizantes, hoy y a lo largo de la historia. Muchos de ellos, como se sabe, dieron su vida por defender las libertades y los derechos de los más necesitados y aún hoy se les niega el descanso y a sus familiares exhumarlos dignamente.

Los españoles en todos los territorios tienen que saber que para una importante mayoría de ciudadanos y ciudadanas que son o han sido miembros del Partido Socialista, después de sus familias, el PSOE es una prolongación de afectos y sentimientos. Por eso nos molesta tanto (nos duele) que se trate con tanta frivolidad, ignorancia, desprecio y banalización, por parte de ciertos personajes y determinados medios de comunicación, cuando sabemos que muchos están al servicio de intereses económicos, también por beneficios espurios. Valga como ejemplo el editorial del periódico El País del pasado 29 de septiembre titulado "Salvar al PSOE". Las expresiones dirigidas al secretario general, en aquel momento Pedro Sánchez, caen en el insulto insoportable, fuera del respeto y la educación democrática con calificativos, entre otros, como insensato y sin escrúpulos. La defensora del lector del mismo diario ha tenido que recoger la indignación de muchos lectores

Sorprende observar que el propio artículo reconozca como otros medios que el Partido Socialista es imprescindible. Eso sí, desacreditando a su organización, dirigentes y consecuentemente a sus votantes y militantes que los han elegido democráticamente.

No pondré nunca en cuestión la libertad de expresión, por la que algunos tanto hemos luchado y en algunos casos sufrido. Antes al contrario, estoy convencido de que una de las grandes conquistas y reivindicaciones conseguidas por todo el pueblo español (también por el PSOE) ha sido la libertad. También la de los medios de comunicación. Ya sé que algunos anteponen compromisos financieros y en algunos casos, por qué no decirlo, de supervivencia. En definitiva y a pesar de todo, sigo creyendo que una prensa libre es deseable, posible y necesaria, como lo son los partidos políticos. Siempre sabremos distinguir entre la línea editorial (que la deciden la empresa y el director) y la de los redactores y periodistas. Aunque conocemos sus dificultades. Por cierto ¿por qué ese empecinamiento en mantener el foco de atención en el Partido Socialista, cuando quien tiene bloqueado el escenario institucional y ocupados los Juzgados es el Partido Popular?

Independientemente de su sinceridad, en algo estoy de acuerdo con lo publicado. Yo también creo que el PSOE es un partido imprescindible, que superados los problemas internos está obligado a reconstruir y cohesiones el partido, centrando su trabajo en los asuntos que afectan a los ciudadanos, como la crisis territorial, el paro y la mejora de las condiciones de vida de los españoles.