Después de los papales de Panamá, en los que tantos españoles ricos aparecieron, sin desearlo ellos, por supuesto, salen ahora a la luz los papales de las islas Bahamas, de los que ya se empiezan a conocer algunos nombres relacionados con el mundo empresarial y de las altas finanzas. Como algunos medios españoles tienen la exclusiva de esta información, durante unos días veremos cómo se va ampliando la relación de quienes han creado y manejan sociedades fuera del país.

Desde luego que crear una sociedad de estas en el extranjero no es ilegal, sino totalmente legal, pero siempre que se cumplan las condiciones y sobre todo se cumpla debidamente con Hacienda en España. Y desde luego también que Bahamas no figura ya, desde hace algunos años, en las listas negras de los paraísos fiscales. Esto, oficialmente y según las normas vigentes. Pero existen sospechas muy fundadas al parecer según las cuales si las islas no están en las listas negras, sí que están en las grises, y pueden ser muchos, en todo el mundo, los que las utilicen para el blanqueo de dinero.

A la sociedad ya nada le extraña, tanto se ha arraigado la corrupción en determinados ámbitos, y no solo políticos, claro. Roldán, el que fuera director general de la Guardia Civil en las postrimerías del Gobierno de ese Felipe González que ahora clama porque se deje gobernar a Rajoy, ha hecho ahora unas declaraciones en las que se refiere a unos 1.500 millones de las antiguas pesetas que andan por ahí, sin localizar. A saber el montante de dinero público que anda por ahí sin localizar, procedente de la corrupción imperante, porque se les imputa, se les lleva a juicio, incluso a algunos, pocos, muy pocos, se les mete en la cárcel, pero nunca se informa que se haya recuperado lo robado o estafado.

Mientras, un reciente informe acaba de precisar que los españoles tendríamos que trabajar para el Estado un año, todo un año gratis, para poder paliar la inmensa deuda pública que la crisis y los desdichados Gobiernos de Zapatero primero y después Rajoy han acumulado y que han hecho que por vez primera en la historia de España supere al Producto Interior Bruto. Y lo del año gratis es la media, pues hay regiones en las que se llegaría casi al año y medio. A lo que cabe añadir la deuda del rescate de los bancos, que igualmente se sabe quién pagará al final.

Pero es que encima la cosa va para largo, para muy largo, por mucho que Rajoy presuma y se escude en la macroeconomía, en la recuperación, y demás cantinelas habituales. Porque aquí quien manda es Europa, y aunque Bruselas sigue dando prórrogas a España y a otros países en tan depauperada situación económica, todo tiene unos límites, y ya se ha hecho saber al Gobierno en funciones que de aquí a 20 años la deuda pública española no podrá pasar de ninguna manera del 60 por ciento del PIB, a lo que se puede replicar eso, que largo lo fían, y que de aquí a entonces mucho habrán cambiado las cosas, que todo puede ocurrir, y que para 2036 todos calvos, al menos una parte de los políticos, aunque aquí ya se sabe que la resistencia y el vivir de la política es todo un arte de larga duración.