Los separatistas catalanes, con sus ideas independentistas alocadas y tercermundistas, solo conseguirán la recesión y el paro, con un efecto demoledor también en la economía española. En este sentido acaba de aparecer un libro muy interesante, explicando lo que ha sucedido y está sucediendo en Cataluña. El libro se titula "Cataluña en España. Historia y Mito", cuyos autores son cuatro profesores de Historia Económica de diferentes universidades, dirigidos por el profesor Gabriel Tortella, gran especialista en este tema tan importante para los españoles.

Los condados de Cataluña se integraron en el reino de Aragón en 1137 y este se unió al de Castilla al morir Juan II, padre de Fernando el Católico, en el año 1479.

Cataluña, por tanto, lleva formando parte de España unos 535 años, cinco siglos, y de Aragón, 879 años, cerca de nueve siglos. Sin embargo, en las escuelas de Cataluña los profesores explican a sus alumnos que España no existió hasta la era moderna y que, en cambio, Cataluña tiene un pasado milenario como nación independiente, no como un simple condado de Aragón. El Gobierno catalán intenta construir la imagen de Cataluña como una gran nación, adelantada a su época, pero esclavizada injustamente por la malvada España desde 1714.

El problema entre España y Cataluña viene de muy lejos. Su rebelión contra Felipe IV en 1640 duró 12 años, y a partir de esta fecha los enfrentamientos y rebeliones han sido frecuentes, hasta que el presidente de la Generalidad en 1934 declaró el "Estado Catalán independiente" dentro de la República Federal Española, lo que dio lugar a que el Gobierno de España declarase el Estado de Guerra y la actuación de las fuerzas públicas.

Hoy en día nos encontramos con parecido problema. El Parlamento catalán ha declarado la independencia de Cataluña, en contra de todas las normas vigentes de nuestro derecho constitucional. El Gobierno catalán intenta por todos los medios desprestigiar a la nación española. El eslogan "España nos roba" es utilizado de manera sistemática. Últimamente se ha fraguado la identificación entre "españolismo" y "fascismo". El nacionalismo catalán dispone de un surtido catálogo de insultos contra España y los españoles. Hay que ser muy valiente para defender tus ideas en Cataluña cuando no coincidan con el pensamiento único nacionalista. Para algunos dirigentes del Gobierno catalán, la España democrática se basa en el principio de "robar a los catalanes" y "pedir limosnas a los alemanes".

El secesionismo catalán pretende romper la convivencia entre los españoles y destruir su más valioso patrimonio: la condición de ciudadanos libres e iguales. Los separatistas más radicales siguen pensando que España no es nada sin Cataluña, y que cuando Cataluña se independice, se marche, España se disolverá.

Analizando la historia por estos expertos, autores del libro que comentamos, se comprueba que la riqueza de Cataluña se ha edificado, en buena medida, sobre la base del proteccionismo a su industria, principalmente la textil, desde el siglo XVIII, con los Borbones, a quien tanto detestan los separatistas catalanes.

Los secesionistas siguen infundiendo la idea de que "España nos roba" y no se dan cuenta de que, a lo largo de la historia, lo único que han pretendido es no pagar impuestos e imponer fuertes aranceles para proteger su industria, que nunca fue competitiva con la europea. Los datos históricos avalan la idea de que España nunca robó a Cataluña, sino todo lo contrario. Cataluña se ha aprovechado del mercado y del esfuerzo de la mano de obra española.

Después de la Guerra Civil del año 36, la autarquía siguió haciendo mella en el mercado español, con muchos ministros catalanes en el gobierno de Franco, que de una manera descarada gestionaban para su tierra muchas inversiones e impulsaban normas legales favorables para los intereses catalanes. Franco siguió manteniendo los privilegios catalanes y hasta promovió la instalación de la fábrica de automóviles SEAT en su territorio. Así se forjó la riqueza de la Cataluña industrial, y así se perpetuó el escaso desarrollo de la España agraria. En cuanto al apoyo de los gobiernos de España a Cataluña no debemos olvidarnos de los Juegos Olímpicos de Barcelona, financiados en gran parte por el Estado español. Hay que recordar además que estos Juegos fueron concedidos siendo presidente del Comité Olímpico Internacional el señor Samaranch, el eterno delegado de Deportes de la época franquista. Gracias a las inversiones realizadas con ocasión de este acontecimiento deportivo, Barcelona fue transformada, sobre todo su barrio de la Barceloneta.

En cuanto a los últimos acontecimientos sobre Cataluña, España y Europa, los miembros del Gobierno catalán suelen decir que no solo conviene Cataluña a la Unión Europea por su pujanza económica, sino por ser el único "país civilizado" del sur de Europa. Por lo visto, para algunos catalanes, España, Italia y Portugal, son países salvajes. Ahora está de moda que muchos políticos se expresen de forma poco clara; te dicen que ellos no son independentistas, pero sí partidarios del derecho a decidir, sin saber que están cayendo en la trampa macabra nacionalista. Agustí Colomines, en el programa La Rambla de la BTV, llegó a decir que "el derecho a decidir es una chorrada que nos inventamos para no decir lo que es, que es el derecho de autodeterminación" (el derecho a separarnos de España).

El Gobierno español y la Constitución deben tener la última palabra para terminar con la apología del odio del Gobierno catalán.