Con la reforma del calendario litúrgico, las dos fiestas antiguas de la Cruz se fundieron en una, la Exaltación de la Santa Cruz, que se celebra el 14 de septiembre, y la memoria de la Virgen de los Dolores se trasladó del Viernes de Dolores al 15 de septiembre, para que se celebren de forma unitaria. Además, en la Diócesis de Zamora la memoria de la Dolorosa se traslada al día siguiente porque el 15 es la fiesta de la Dedicación de la Catedral. El pueblo cristiano recuerda a María al pie de la cruz, íntimamente unida a la muerte de su Hijo y a la salvación que él nos trae. La celebración de la Virgen en el Calvario tiene origen medieval, y recuerda también lo que le dijo el anciano Simeón en el Templo cuando presentó a Jesús: "y a ti una espada te traspasará el alma". El himno por excelencia de ese día es el tan musicalizado "Stabat Mater".