La vida es una obra de teatro que no permite ensayos/ Por eso, canta, ríe, baila, llora/ y vive intensamente cada momento de tu vida/ antes que el telón baje/ y la obra termine sin aplausos".... Así comienza el poema de Charles Chaplin, que contiene una serie de consejos para vivir la vida sin miedo, con alegría, sin cerrar los ojos a los desastres y al hambre en el mundo, buscando lo bueno que hay en todos. Pide aceptar a las personas que piensen diferente a ti, hacer feliz al prójimo, vivir sin prisas, escuchar lo que digan otros...

¡Qué bello es todo cuanto dice el poema!

La cantante cubana La Lupe cantaba "La vida es puro teatro". En la letra de su canción decía: "Igual que en un escenario/ finges tu dolor barato/ Tu drama no es necesario/ ya conozco ese teatro/ mintiendo, qué bien te queda el papel/ después de todo parece/ que esa es tu forma de ser"...

Se me ocurre que el más significativo teatro lo interpretan los políticos, que tratan de vender su imagen y su retórica, sin pensar en lo que verdaderamente nos conviene a quienes pretenden gobernar.

Cuando Charles Chaplin creó el poema, en el que compara la vida con un teatro, no hay duda que pensaba en la política. Ahí está su película "El Gran Dictador", que significa un acto claro de desafío contra el nazismo, en la que parodiaba a Adolf Hitler. La película fue prohibida en España y no se estrenó hasta 1976, cuando ya había fallecido Francisco Franco.

Lupe Victoria Yoli Raimond, "La Lupe", que cantaba "La vida es puro teatro", también debía tener tintes políticos en sus interpretaciones, pues su forma de cantar no era bien vista por el régimen fidelista, por lo que hubo de exiliarse de Cuba, viajó a México y a Nueva York donde saltó al estrellato, disfrutó de años de éxitos, tuvo sus enfrentamientos con Celia Cruz y llegó a una época de decadencia, con su mansión hipotecada. Se mudó a Puerto Rico, donde cosechó fracaso tras fracaso. Regresó a Nueva York y allí su nombre y su gloria se fueron hundiendo cada vez más en el olvido.