Ir y venir de Sagasta a La Farola es el recorrido que, a diario, hacen muchos zamoranos. A veces porque van de compras; a veces, porque van de paseo, y a veces, porque la calle de Santa Clara es el punto de encuentro de citas concertadas.

Hace muchos años que la calle de Santa Clara es la arteria más importante de la ciudad. En ella existieron importantes comercios, centros de reunión, establecimientos diversos y organismos oficiales representativos de la vida pública.

Van quedando lejos en el recuerdo edificios que desaparecieron, como el Gobierno Civil, la Comisaría de Policía y la Delegación de Hacienda, edificación hoy convertida en plaza de Castilla y León. En esta misma plaza, con fachada a Santa Clara, estuvo el Museo Provincial.

Al comienzo de la calle de Santa Clara, con vuelta a la plaza de San Gil, hubo el gran bazar de Salvador García Vilaplana, que más tarde fue Almacenes Roncero, luego fue un banco y ahora es establecimiento de estética y belleza; aunque el edificio, de estilo modernistas, continúa albergando en su planta superior desde hace años el Círculo Recreativo (Casino).

Recordemos que, en la esquina de la que fue calle del Estudio, (hoy Benavente) estuvo el Hospital Militar, aunque de forma transitoria, en el edificio que es hoy Correos y Telégrafos. También en la calle de Santa Clara, esquina a la que se llamó calle de las Miajas, hoy Alfonso de Castro, estaba el Banco de España, después fue Caja Duero, y actualmente hace varios años que permanece cerrado este edificio que también es de estilo modernista.

Las monjas de Santa Clara moraron en el caserón que fue su convento durante varios siglos, en el lugar existente entre la que se llamó "Puerta de Santa Clara" y las Cortinas de San Miguel; espacio que luego ocuparon los Almacenes Olmedo y en la actualidad son varios establecimientos del ramo de tejidos los que ocupan los locales.

Había antaño en la calle de Santa Clara casonas de anchos portales, donde moraban selectas familias. Eran mansiones de grandes portalones de madera con voluminosos aldabones cuyo peso costaba levantar para que sonase la ruidosa llamada. Allí estuvieron los señores de Santiago, Reyna, Tiedra, Sacristán, Cancelo...

Son muchos los comercios que estuvieron en la calle de Santa Clara y que por diversos motivos ya no están: la panadería Matilla, Tejidos Galán, Almacenes El Mundo, Bazar Becedas, Pañerías Claudio, helados La Ibense, bar Pacífico, Ultramarinos Faúndez, por citar solamente algunos de los ya desaparecidos.

No obstante, la calle Santa Clara continúa siendo el enclave comercial más emblemático de Zamora, sigue siendo paseo habitual de los zamoranos, principal itinerario de cualquier manifestación popular o festiva y, sobre todo, es calle en la que se conserva una docena de edificios con estilo modernista que atraen a muchos visitantes que vienen a conocer la "Ruta del Modernismo".