Adiós Paquita, hasta luego. Somos muchos en la asociación de la que tu marido Luis es presidente que hemos rebasado los 80. Tú y yo ya los rebasamos, siempre dando gracias a Dios.

Nos has dejado después de pasar por una larga enfermedad y aunque muchos esperábamos que la superaras no ha podido ser, no por falta de lucha de los médicos, de ti misma y de tu esposo Luis, de ese ir y venir de cada día y que también ha luchado por la recuperación. No ha podido ser, te ha llamado ese Cristo de las Injurias al que tu rezabas siempre por consejo de tu marido, ese Padrenuestro para que nos protegiera en los viajes que hacíamos a Benidorm u otros lugares de vacaciones.

Fuiste una luchadora y una buena compañera de tu marido, lo decía el párroco de San Torcuato en la homilía de la misa de tu entierro. Siempre te recordaremos, sobre todo en las tertulias de la playa, te recordarán también tus compañeras de partida y las águedas de San Frontis, presentes en la misa.

A ti, Luis, qué puedo decirte si ya lo he dicho anteriormente. Has luchado por tu compañera lo indecible, espero que por tu bien, empieces a recuperarte y que sigas luchando por la asociación El Ángel como lo has hecho hasta ahora. Quiero dar las gracias a tus compañeros de la directiva que te han dado ánimo y que tan bien te han arropado en estas horas tan luctuosas y tan tristes del duelo por Paquita. Un recuerdo para los socios y socias que nos han dejado ya. Donde quiera que estés, adiós Paquita, hasta luego.

José Ramos García (Zamora)