En la historia de España ha quedado constancia de personas que destacaron por motivos de interés para la humanidad. Unas trascendieron porque sus acciones fueron tan importantes que se habló y se escribió sobre sus hechos para conocimiento de todas las generaciones venideras. Otras pasaron desapercibidas porque de su obra no se habló lo suficiente.

En la epopeya ocurrida en Zaragoza durante la Guerra de la Independencia, fueron noticia el general Palafox y Agustina de Aragón como gloriosos defensores de la patria contra las huestes de Napoleón. Pero también hubo otras personas de las que no se dijo lo suficiente. Este es el caso de María de la Consolación Azlor y Villavicencio, condesa de Bureta.

Esta noble señora comenzó su servicio a la patria ocultando en su casa a Palafox hasta que este pudo ponerse al frente del movimiento popular. Cuando el ejército francés, al mando de Lefebre, se acercó a la ciudad de Zaragoza el 15 de julio de 1808, la condesa acudió con todos sus recursos pecuniarios y sus esfuerzos personales a oponer infranqueable valla al avance del enemigo. En todos los ataques que dieron los franceses a la población, la esclarecida señora alentó a sus paisanos dirigiéndoles frases de ardiente patriotismo, y en el día de mayor apuro, el 17 de julio, se presentó armada, con sus criados, pidiendo al general Palafox un puesto en la brecha para luchar y morir con gloria.

Acompañada por las valientes mujeres: Agustina Zaragoza, Casta Álvarez, María Agustín, Manuela Sancho y otras muchas zaragozanas, recorrió todas las baterías, suministrando socorros a los patriotas y conduciendo a los heridos a su propia casa, que pronto quedó convertida en hospital de sangre.

El título de nobleza de María de la Consolación Azlor data de los tiempos del rey Carlos II, que concedió el condado de Bureta, el 24 de marzo de 1678, a favor de Antonio Martín de Rosende y Francia, Zamora y Olivenza, señor de Bureta, en el reino de Aragón, regidor y capitán de Guerra en Logroño. Bureta es una localidad que se encuentra en Zaragoza muy cerca del límite con Navarra, y posee una rica historia de origen celtíbero. En los títulos del primer conde de Bureta vemos que tiene cierta vinculación con Zamora, pues en sus apellidos consta de Zamora y Olivenza.

Es agradable descubrir que nuestra historia está plagada de heroínas que, aunque no se habló mucho de ellas, dejaron constancia de su valor y sacrificios por la patria.