Suele ser julio, y eso queda demostrado cada año, un mes de intensa actividad en todos los órdenes, pese al bochorno del calor, seguramente porque en el fin de curso -municipal, político, lo que sea- todo el mundo aspira a irse de vacaciones con los deberes hechos. Y más en esta ocasión concreta, con la paliza soportada de las dobles elecciones generales de diciembre y junio. Coletazos finales para la pausa oficial de agosto, a la que puede que se llegue con nuevo Gobierno, o puede que no y que la cosa se alargue hasta el agotamiento de los plazos. Sea como fuere, es fácil registrar en Zamora, capital y provincia, a través de sus instituciones, una actividad acelerada, que nos trae tantos aspectos positivos como negativos, la cal y arena, que se suele decir, aunque según la Real Academia ello no significa siempre que una cosa sea buena y otra mala sino la alternancia de cosas diversas o contrarias para contemporizar. Aunque en este caso lo de la contemporización sobra.

Entre lo más positivo es que Las Edades del Hombre en Toro y la circulación del AVE están respondiendo a las expectativas que se tenían en la capital y en la provincia, y dato fehaciente es que el turismo ha aumentado en este tiempo un 70 por ciento sobre el año pasado en iguales fechas, justo lo mismo que se incrementó el número de visitantes en el año 2000 cuando la ciudad de Zamora fue sede de la exposición sacra. Y eso que entonces no había alta velocidad férrea.

Precisamente lo del AVE, que es Alvia, supone uno de los capítulos más preocupantes y no solo a las autoridades sino a los ciudadanos en general porque como se sabe y pese a tanta promesa en sentido contrario, Zamora es la única capital de la región con este servicio que no cuenta con un tren diario a primera hora de la mañana que permita la ida a Madrid y el regreso en el día. Un fallo, que hay que esperar se solucione pero que se apunta por ahora a los aspectos negativos. Lo mismo que la reforma del reglamento de la ORA, la zona azul, que sigue siendo la más barata de España, sí, pero que vuelve a la cantinela molesta con la que ya se empezó en su día para ser abandonada posteriormente por efectos prácticos de tener que cambiar el vehículo de plaza cada dos horas, aunque se exceptúen los casos de los trabajadores del comercio y los servicios. Las protestas al Ayuntamiento son unánimes, lo mismo que las referentes al atraso que se registra en el desbroce de solares, acentuando el riesgo de incendios.

Para terminar con dos cosas más, pues volviendo a las cuestiones favorables hay que destacar, porque es una muestra de sensibilidad, el contrato de la Diputación para la recogida de perros abandonados en los pueblos, que restringe la muerte del animal a los únicos supuestos de sufrimiento, enfermedad contagiosa o peligrosidad. Y en un ámbito bien distinto, o no tanto porque todo es cultura, los acontecimientos musicales que se anuncian para finales de este mes, con un concierto en la plaza de la Catedral de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León -su programación es un acierto de la Junta- y la pequeña temporada de ópera en diversos escenarios locales.