Como con el perro, cuando el perro es mordedor y poco ladrador. Si no hace mucho un diputado del Psc le espetó a una camarera rumana: "Si no entiendes el catalán vete a tu puto país", esta vez ha sido el guitarrista, cantante y compositor Quimi Portet, ex de El Último de la Fila, el que la ha armado parda en las redes sociales por una situación muy parecida. Parece ser que Portet no pudo ser atendido en catalán cuando viajaba en un ferry de la naviera Baleària entre las islas de Ibiza y Formentera. Pidió "café amb llet" y siempre según el cantante, el camarero le respondió con un: "Mira, en gallego, español, francés, inglés y hasta en italiano te entiendo, en catalán o mallorquín, ya no". Ni corto ni perezoso, móvil en ristre, hizo una foto del camarero, difundió su imagen en las redes y contó la divertida anécdota con un resultado insospechado, se armó la marimorena.

Para más inri la naviera Baleària en la que trabaja o trabajaba el susodicho camarero, patrocinaba el concierto de Portet, por lo que se obligó a presentarle sus disculpas a través de Twitter, anunciando que abrirían una investigación y tomarían medidas contra su trabajador, alegando que en la compañía "Nos implicamos y comprometemos con la lengua". Entonces, ¿por qué no exigen a su tripulación que hablen correctamente el catalán? Muchos trabajadores que viven en Cataluña y Baleares están hasta el moño de que les pongan malas caras y les recriminen por no saber hablar correctamente el catalán, de ahí ciertas reacciones.

Desde luego, la del camarero no fue la más correcta aunque sí la más divertida. Ahora, ya son ganas, querer comparar una lengua que hablan una minoría autonómica con el universal idioma de Cervantes que hablamos, incluidos los catalanes, ochocientos millones de personas en todo el mundo. Es que en la Ciudad Condal se está multando a los establecimientos que rotulan en castellano. Y que nadie crea que se trata de multas pequeñas. Las cantidades son, cuántas veces, exorbitantes. Tanto dinero para tan poca falta. Sin tomar partido, el camarero está en su derecho, y ahí hay que ser muy exigente, en atender en su idioma si español es. Lo que no se puede ni se debe hacer es ningunear o excluir, como se viene haciendo en Cataluña, a un trabajador por expresarse en castellano, antes llamado idioma español.

La única lengua que en España no admite discusión alguna es la nuestra, esta en la que me estoy expresando y eso que quien esto escribe habla correctamente el catalán, pero como hablo el francés o el italiano, con buen acento y poco más. Eso no quiere decir que no respete las lenguas vernáculas de regiones como Galicia, Cataluña, Valencia o Baleares, estas últimas muy parecidas, pero el idioma en España y mientras no se demuestre constitucionalmente lo contrario, es el castellano. Hubo más de coña en la respuesta del camarero que de ganas de ofender o ningunear en este caso al ex de uno de los grupos musicales de más éxito en España durante las décadas de los 80 y de los 90, años en los que desarrollaron siete álbumes musicales y numerosas giras, generalmente en España, aunque también en diversos países de Hispanoamérica. Supongo que esos éxitos, sobre todo en Hispanoamérica, fueron en castellano y que a este idioma le deben todo lo que consiguieron, entonces como grupo y ahora por separado, Manolo García y Quimi Portet, el del lío.