Eso mismo le ha respondido Mariano Rajoy a Pablo Iglesias cuando el descontento líder de Podemos ha manifestado estar "preocupado" por la "seguridad de las votaciones" de las elecciones del domingo ante la falta de control y el "despelote" que, ha dicho, existe en el Ministerio del Interior tras la difusión de grabaciones al ministro Jorge Fernández Díaz. Lo que no dice Iglesias es que lo realmente grave y preocupante es que se haya grabado al ministro del Interior. José Luis Corcuera, quien en su día también fuera ministro de Interior en el gobierno de Felipe González, ha dicho que esas y otras reuniones de contenidos que ni se pueden ni se deben desvelar porque atañen a la seguridad del Estado, son habituales en ese ministerio en concreto, que él las celebraba casi a diario y nada pasó nunca.

La andanada de Iglesias solo pone de manifiesto una cosa, el mal perder que tiene este chico quien, por cierto, practicó la endogamia en las últimas elecciones. Todo lo que Iglesias critica a los demás es norma común en sus actuaciones. Las dudas de Iglesias no se hubieran dado de haberse producido el "sorpasso" que le hizo soñar con la hegemonía de la izquierda. Hegemonía que, mal que le pese, es, sigue siendo, del Partido Socialista, aunque con una pérdida preocupante de votos que tienen más que ver con su líder actual y con sus devaneos con Iglesias que con su política propiamente dicha.

Iglesias se cree que España es ya un trasunto de Venezuela y se equivoca. En Venezuela hubiera habido pucherazo a favor de Maduro y el que no se mostrase conforme a la cárcel directamente. Es lo que ha hecho con López, es lo que intenta hacer todos los días con la oposición democrática a la que no duda en agredir física y verbalmente. Aquí, por lo que se ve, el podemita protesta, siembra la duda, esparce mierda con el ventilador y sigue libre y tan campante, como tiene que ser. Tanta es la democracia, la libertad y la pluralidad de que gozan los podemitas de la cúpula e incluso los de abajo, que tras producirse manifestaciones contrarias a Iglesias, Echenique se ha manifestado avisando, sin pudor alguno, que cortarán "las malas hierbas" que osen tan solo discrepar. ¡Viva la "liberté" podemita!

Estas y otras manifestaciones son las que convierten las sospechas bolivarianas en certezas. Estas y otras manifestaciones son las que el votante tiene en cuenta. No vamos a perder todo lo conseguido entre todos, los de izquierdas, los de derechas y los de centro, a lo largo de estos años de democracia, con sus luces y sus sombras, porque a un niñato se le haya ocurrido hacer de España una sucursal de Venezuela. Llegar y besar el santo haciendo tabla rasa de todo lo logrado, a pesar de crisis, corrupciones y otras cuestiones que nada nos gustan a los ciudadanos es demasiado. Sobre todo porque Podemos tampoco está libre de culpa y de algo más que sospechas sobre su tendencia a la corrupción. Podemos, suspende en derechos y libertades. Solo los contempla de boquilla.

España no es Venezuela. España es Europa por mucho que nos duelan y molesten ciertas políticas. Allende los mares tampoco están los mejores ejemplos democráticos.