Hace tan solo unos días que comenzó, en Francia, la Eurocopa 2016. Un evento que congrega a países de toda Europa para jugar al futbol, disputándose entre todos ellos el título de "Campeón de Europa". Países enteros se movilizan por este evento, apoyando a los suyos, a su país, a su equipo, partido a partido.
Día a día nosotros también nos disputamos el título de "campeones" en el partido de fútbol que es la vida; un partido que se juega en el gran estadio del mundo. Jugamos, salimos al mundo a jugar, a darlo todo y ganar. Corremos detrás de un balón al cual llaman felicidad, un balón que cuesta conseguir, y aún más controlar, pero que cuando lo tenemos corremos con todas nuestras fuerzas por la banda para intentar chutar y meter gol y así sumar puntos a nuestro marcador. Pero no es tan fácil meter, no todo el mundo juega en un mismo equipo; el mundo está dividido y, por desgracia, jugamos en equipos contrarios, somos poco más que rivales.
Hay equipos muy diversos, y equipos que no juegan unidos, que no hacen caso ni al capitán ni al entrenador, jugadores que se empeña en meter gol sin jugar en equipo, o se empeñan en jugar de delanteros aunque siempre hayan sido defensas, o jugadores que intentan ser porteros impidiendo que entre el balón en la portería buena? Y sí, también hay jugadores del equipo contrario que se empeñan en jugar sucio, cometiendo faltas, haciéndonos caer, empujando, pues quieren ganar, pero no se dan cuenta de que un árbitro se encarga de pitar, y de sacar la tarjeta cuando la tiene que sacar.
Nuestra fe es ser jugadores en un equipo, en el mejor equipo; un equipo que sale día a día a ganar, a meterle gol en la portería de la guerra, el egoísmo, la tristeza? intentando ganar el partido a esos que sólo piensan en ellos mismos, esos otros equipos que se empeñan en ganarnos el partido para ellos mismos. Por ello, luchemos por conseguir el balón, regatear al contrincante y, jugando en equipo, meter gol. Pues nuestro equipo tiene al mejor capitán que se ha conocido, Jesucristo; y posee el más grande entrenador, que ha ganado más de 2.016 partidos, que llamamos Dios. Así pues, ¿en qué equipo juegas? ¿Te atreves a jugar en este?
