Vuelven las elecciones y vuelve, en los partidos, la vieja cantinela del voto útil, una muestra más de la triste mediocridad de la clase política y su mala elección de recursos verosímiles. Porque, ¿útil, para quién? Según lo proclaman y piden parece que es para el país, o para la región, o para la provincia, según el caso. Pero, en realidad, y todo el mundo lo sabe, es útil para ellos, que verán aumentada su fuerza y representación en aras del poder, con todo lo que ello supone y significa. Bastante les importa lo demás a quienes han hecho de la política su modo de vida, convirtiendo en profesión lo que debería ser un servicio puntual a la ciudadanía que, en ningún caso, tendría que sobrepasar un límite de ocho años. Pero cuando uno impone sus propias reglas del juego, siempre sale ganando.

Ahora, el PP llama de nuevo al voto útil porque todas las encuestas, incluidas las de los medios más afines a la derecha, vaticinan iguales resultados prácticamente a los del 20D, por mucho que parezca que en el mes de julio España contará ya con Gobierno. Lo más curioso es que, en esta ocasión, y como aquí todo es posible, los de Rajoy van a pedir el voto útil a los simpatizantes y votantes de Ciudadanos, pues entienden que al partido de Rivera los votos no le servirán para conquistar nuevos escaños y por contra pueden quitárselo al PP, lo que beneficiaría a Podemos. Zamora es, precisamente, uno de los lugares donde esto puede ocurrir y el miedo no les cabe en el cuerpo. Y es que los de Unidos Podemos, la coalición de izquierdas de los de Pablo Iglesias e IU, están en la provincia a únicamente 2.000 votos de conseguir un representante en el Congreso.

Un riesgo evidente para el PP y una posibilidad que Unidos Podemos no quiere desaprovechar y utilizará todos los recursos para que así sea. El candidato, Braulio Llamero, veterano periodista de reconocido prestigio, no llegaría a Madrid solo para calentar el escaño y apretar el botón que le mande su partido sino para ser el auténtico representante de Zamora en la Cámara Baja, preocupándose y ocupándose de sus problemas, de sus carencias, precariedades y sinsabores. Lo ha demostrado siempre en tantos y tantos artículos publicados, y en el PP son conscientes de que se trata de un rival difícil, sobre todo estando a tan poca distancia. La provincia, sus votos, pueden ser decisivos, porque aunque Podemos acabará en la oposición, lo más seguro, es muy importante que Zamora cuente con un representante de cada uno de los tres principales partidos. El campo, los agricultores y ganaderos, que luego tanto se quejan y con razón, pueden tener en el candidato de Unidos Podemos a un hombre del pueblo que va a velar por sus intereses.

Pero además de la campaña del voto útil, el PP se mueve por la provincia y la Diputación anuncia una inversión de 163.000 euros para limpiar los arcenes de las carreteras, y hasta esa hermandad con la Diputación de Orense, cuyo anterior presidente fue inhabilitado por haber enchufado a 104 amigos del PP, y el actual, su hijo, ha tenido que comparecer también hace poco ante la justicia por un feo asunto.