Por supuesto que lo más importante del ser humano es la vida, la libertad, el derecho al trabajo digno, a una vivienda, a la educación, a tener una seguridad social (?). Partiendo de estas premisas fundamentales, que están siendo ninguneadas continuamente por el poderoso don dinero, y que amparan algunos gobiernos con los continuos recortes en estas materias de obligado cumplimiento, lo único importante es la unidad de España.

El proceso político de un régimen dictatorial y personalista (y todos los adjetivos que le quieran poner), a un Estado de Derecho democrático fue ejemplar, pero quedó una cuestión que los padres de la Constitución no se atrevieron a plantear, por el "ruido de sables": el sistema de gobierno por el que se regiría el Estado español (Monarquía o República). Han pasado cuarenta años y nos encontramos al borde de una segunda transición, en la que, por momentos, nuestro querido país muestra signos de ingobernabilidad. La prepotencia del PP, que se cree que solamente con él se librará nuestro país de la quiebra, cuando ellos han incumplido el déficit, y Europa nos está amenazando de ese incumplimiento. El PSOE solo vende humo, y se vaticina una debacle en las elecciones del 26J. Ciudadanos no tiene quien le quiera, y no sabe a qué palo quedarse. Podemos, que avienta el referéndum y, por ende, la ruptura de la unidad de España y convertirla en pequeños estados, y con ello la ruina total y la miseria. A mi humilde entender solo quedan dos posturas para nuestro voto, el que aboga por la unidad de España y el que busca su ruptura. Los partidos políticos deben marcar sus prioridades en esta cuestión de suma importancia para la gobernabilidad de nuestro país, de lo contrario, que Dios nos coja confesados.

Juan María Muradas

(Zamora)