O los demás estamos desfasados o Manuela Carmena se ha vuelto loca. No tengo el mismo concepto de cultura que tiene esta señora que bien podría dedicarse a cuidar de sus nietecitos, en lugar de jorobar a los nietecitos de las demás. Lo digo porque hace unos meses concitó en torno a su persona las críticas más duras con una exposición sobre coños por la que, además, tenían que pasar por delante unos niños que acudían a otras actividades menos subidas de tono en un centro cultural lleno de niños. Miles de madres y de abuelitas se sintieron molestas, enfadadas y defraudadas, y así lo manifestaron. Ni caso. Hay que ser modernas y abolir no solo la palabra íntimo, sino mostrar las intimidades al público de todas las edades. Una forma de aprender poco recomendable y en absoluto educativa.

Desde luego, los bajos instintos culturales de doña Manuela dejan mucho que desear. Con la ayuda de la "okupa" Celia Mayer, concejal de cultura del otrora Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid, hay que empezar a descabalgar a las instituciones de sus títulos, por lo menos a las gobernadas por gente así, han ideado otra exposición relacionada con lo más íntimo de la mujer. Mucho más que el "coño" ¡coñe! Después de la agria polémica con los susodichos, la alcaldesa vuelve a la carga y en el Palacio de Cibeles, expone hasta el 4 de septiembre del presente año, una muestra que bajo el título "Aliadas" ofrece hasta sesenta fotografías, sesenta, relacionadas con la sangre menstrual.

Desde luego, no es plato de gusto, a no ser que se sea rarito y esas cosas. Ya más íntimo en la mujer, creo que no hay nada. Bueno, sí, pero no voy a dar pistas a esta gente, porque las veo muy capaces de absolutamente todo. Con los coños y las menstruaciones de las demás se montan unas exposiciones con las que flaco favor le hacen al género femenino en número plural. Son otros los aspectos de las mujeres que hay que fomentar: su lucha permanente por la igualdad, la importancia de ser madre de familia, su aportación constante a la sociedad, su abnegación, sus muchos sacrificios, lo importante que resulta ser mujer y no morir en el intento en una sociedad viciada de machismo puro y duro. Pero, no.

La Meyer y la propia Carmena, que están ya en una espiral de la que no quieren salir, no tienen los ovarios necesarios para mostrar en el primer caso el suyo propio y la regla cuando le corresponda, y en el caso de la segunda aquello que tapan sus pololos de alcaldesa. La primera es capaz de desnudarse de cintura para arriba. Pues nada, que lo haga también de cintura para abajo en una próxima rueda de prensa y si, además, está con la menstruación, mejor que mejor. Espero que se me coja la ironía. Qué forma más absurda y fuera de lugar de insultar y hacer de menos a las mujeres. No hay cosas más hermosas e instructivas que mostrar de las mujeres en una exposición. Yo creo que la Carmena y la Meyer sufren carencias no ya de psicólogo, sino de psiquiatra. Sus respectivas obsesiones por estos temas tienen un nombre.

La exposición está repleta de fotos con contenido más que explícito. Por cierto, la han colocado en una planta por la que necesariamente hay que pasar para acceder a la biblioteca. La Meyer las va a llevar a subasta con un precio de salida que rondará los 300 a 500 euros. Lo mismo hasta las venden. Hay frikis para todo.