Hace ya un año que Ciudadanos en Zamora consiguió, gracias al apoyo de los muchos y muchas zamoranas que confiaron en nosotros, que en el Ayuntamiento de la capital tuviésemos dos concejales representando y dando voz a muchos de vosotros; realmente a todos, puesto que nos debemos a las personas que nos votaron y también a los que no lo hicieron. En este tiempo hemos trabajado y seguimos trabajando con ahínco y con perseverancia en pos de conseguir una Zamora mejor y una mejor calidad de vida para todos nuestros vecinos.

Sabemos que es una tarea difícil y que son muchas las piedras que nos vamos encontrando en el camino, pero cada día es mayor nuestro compromiso y más fuertes nuestras ganas de aportar propuestas y de colaborar para que la situación en la que se encuentra nuestra ciudad cambie y mejore en beneficio de todos.

Decía J. F. Kennedy que "la conformidad es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento", y desde el grupo municipal de Ciudadanos Zamora no nos conformamos, ni con lo hecho ni con lo que está por venir.

Hemos conocido lo más oscuro de la política, amenazas, difamación en redes sociales y medios de comunicación digitales por algunas personas que lo único que buscan es conseguir aquello que por otros medios han sido incapaces. Por fortuna, y más pronto que tarde, la justicia colocará a cada uno en su lugar.

También nos hemos encontrado con personas maravillosas en los diferentes barrios de la capital, gente que trabaja por sus vecinos sin pedir nada a cambio, dejando tiempo de sus trabajos y de su familia por conseguir unas mejores condiciones para sus conciudadanos. Diferentes colectivos sociales ante los que no tenemos palabras para alabar la labor social y humanitaria que realizan día tras día, sin una queja, con un entusiasmo y una alegría contagiosas.

Amigos, sí, amigos, porque en este mundo, a veces tan duro, también existen personas que lo dan todo sin esperar nada a cambio y te hacen ver que existen vínculos más allá de nuestra labor política. No hemos venido aquí para hacer enemigos, pese a que algunos se empeñen día tras día en ello, sino a trabajar, a aportar y a colocar a Zamora en el lugar que se merece.

Hemos llevado mociones aprobadas por el resto de grupos políticos como recuperar la Feria del Vino y el Queso, adecuar los pasos elevados de peatones a la normativa, adecuar la ordenanza de terrazas para los hosteleros...etc. Otras que no han sido aprobadas, como modernizar y actualizar la ordenanza de animales de compañía, propuesta en la que seguiremos trabajando, ya que la consideramos necesaria, unificar las distintas oficinas de turismo y llevarlas a un lugar más visible y céntrico? etc.

Estamos apoyando a los trabajadores de esta ciudad en sus justas reivindicaciones, pero sin olvidarnos de los autónomos y empresarios que arriesgan todos los días sus recursos para intentar crear trabajo en una zona muy necesitada del empuje de emprendedores y nuevas ideas.

Hemos conocido dentro del Consistorio personas que trabajan por Zamora, sin mirar siglas ni intereses. Me refiero al grupo no adscrito, con el que en muchas ocasiones estaremos de acuerdo o no, pero que miran más allá de su interés personal y eso es digno de alabar. Un grupo popular que cuenta con personas muy capacitadas para hacer una gran labor en beneficio de los zamoranos, pero a los que les pierden las siglas y una especie de egocentrismo y superioridad mal llevado. Y un equipo de Gobierno con un alcalde al frente al que reconocemos su honradez, capacidad y ganas de trabajar por Zamora, pero que están adoptando las mismas actitudes que tanto criticaron en sus predecesores.

Es tiempo de sumar y aunar esfuerzos entre todos, así nos lo demandan día tras día los ciudadanos de esta ciudad, de los cuales no nos olvidamos. Somos su correa de transmisión y también su altavoz. Nos debemos a nuestros vecinos a los que agradecemos la confianza que han depositado en nosotros y a los que no pensamos defraudar.

Y es que para Ciudadanos no es asumible, ni útil seguir empeñados en la dinámica del "y tú más" y solo mirar nuestro ombligo, porque así sólo perderemos la oportunidad de transformar y mejorar Zamora, algo que muy probablemente no se pueda volver a dar.